Alison, que viene de Darlington, siempre ha tenido problemas de salud. Hace poco más de veinte años, justo después de tener a su única hija, Kylie se despertó en mitad de la noche.
Sus sábanas estaban empañadas de sangre.
«Me desperté una mañana, completamente cubierta de sangre», le dice Alison al periódico británico Daily Mail y sigue:
«No sentí dolor, pero las sábanas estaban húmedas. Fue un sangrado masivo. Pasó un mes antes de que finalmente viera a un médico, donde las pruebas demostraron que tenía células anormales en mi cuello uterino».
Debido a los quistes, Alison tuvo que extirparse una parte del cuello uterino. Eso significaría que ya no podría tener hijos.
Ella y Robert estaban devastados, porque querían tener más hijos. Pero estaban agradecidos con su hija Kylie, que la habían criaron con todo el amor del mundo.
Es por eso que también fue emotivo cuando Kylie reveló que estaba esperando hijos. Desafortunadamente, Alison empezó a tener un terrible dolor de estómago poco después del mensaje de que ella iba ser abuela.
«Fui al médico, y dos meses después de que Kylies quedó embarazada, en marzo de 2013, me diagnosticaron IBS» (SSI en español), dice Alison.
El estómago de Alison siguió causando problema. Se sentía hinchado y crecía más y más. El SII es una enfermedad gastrointestinal, lo que significa que uno no puede encontrar ningún problema en el estómago o los intestinos, simplemente no funcionan como deberían.
Los médicos, por lo tanto, no estaban demasiado preocupados. Supusieron que era a causa del SII.
«Mi estómago continuó hinchado, mis tobillos se hincharon y mis pechos se pusieron demasiado doloridos», explica Alison.
«También podía sentir una especie de movimiento raro en mi estómago», le dijo a sus médicos.
Pero pasaron los meses. Y Kylie pronto dio a luz a una hermosa niña llamada Caseylee.
Alison quería estar feliz por su familia y su hija. Pero temía que el tiempo con su amado nieto iba ser corto.
Tres meses más tarde, Alison fue al hospital de urgencias, ya que sentía un fuerte dolor de estómago nuevamente.
Los médicos hicieron un escáner y encontraron otro quiste. Luego ordenaron más pruebas e hicieron algunos análisis de sangre.
Sorprendentemente, 26 años después de que Alison se enterara de que ya no podía tener hijos, recibió las impactantes noticias:
«NO ES UN QUISTE… ES UN BEBÉ».
«Tenía 32 semanas de embarazo y no tenía idea. No tenía quistes malignos ni SII, mi estómago hinchado era una increíble sorpresa de bebé», confirma Alison.
Apenas ocho semanas después, Alison, de 43 años, dio a luz a un niño llamado Bobby Charles.
«Nunca he sido más feliz. Pensé que iba a morir, ¡en cambio, ¡tuve a este pequeñito! »
Qué maravillosa bendición para Alison y su familia.
Bobby Charles nació en diciembre de 2013, cinco meses después de que llegaran el nieto de Alison y Robert.
Hoy Bobby es un niño grande y tiene una familia cariñosa que constantemente lo apoya y se asegura de que crezca con seguridad.
«Nunca he sido más feliz. Pensé que moriría, ¡en cambio, tuve a este pequeño hombre!», dice Alison.
Debemos recordar que los poderes superiores muchas veces tienen un plan para cada uno de nosotros – al menos en el caso de Alison.
¡Comparte y pon me gusta si quieres felicitar a esta maravillosa familia!