Rehtaeh fue esa noche violada por cuatro compañeros de clase, además hicieron fotos de lo ocurrido y decidieron que era una gran idea hacer circular las fotos por la escuela.
Rehtaeh no se atrevía a contar lo ocurrido a su madre, Leah, pero dos días después no pudo guardárselo más.
Leah llevó a su hija al hospital pero no mostraron mucho interés en ayudar a Rehtaeh.
La policía ni siquiera interrogó a los jóvenes, y nadie miró las fotos que había.
Un año después su caso se cerró por falta de pruebas.
Durante este tiempo el día a día de Rehtaeh se convirtió en una pesadilla. Rehtaeh fue acosada en la escuela y por internet, incluso sus amigos se habían vuelto contra ella. Además que tener que vivir con las cicatrices de lo que había vivido, veía como se reabrían constantemente.
Recibía, por ejemplo, mensajes de chicos preguntándole si quería tener sexo con ellos. Se había convertido, a ojos de todos, en una zorra.
«Nunca la dejaban en paz. Tuvo que dejar su comunidad. Sus amigos se volvieron contra ella. La gente comenzó a acosarla… No paraban nunca, cuenta la madre de Rehtaeh a CBS.
Al final, se sentía tan mal que ni siquiera quería seguir viviendo.
Esto escribió en su página de Facebook el 3 de marzo de 2013:
”Al final no recordaremos las palabras de nuestros enemigos, sino el silencio de nuestros amigos».
17 meses después del ataque, Rehtaeh se quitó la vida ahorcándose en el cuarto de baño de su casa. Cuando su madre llegó, ya era demasiado tarde.
Rehtaeh fue llevada al hospital pero tenía ya graves daños cerebrales. Unos días después, sus padres decidieron parar la máquina que mantenía con vida a su hija. La posibilidad de que despertase de nuevo era casi inexistente.
La policía nuca detuvo a nadie. Dijeron que no había suficientes pruebas.
El padre de Rehtaeh, Glen Canning dijo que su hija murió de decepción, fue acosada hasta la muerte, ya que ni la escuela ni la policía hizo nada para ayudarla.
Una y otra vez uno oye historias de niños acosados que no reciben la ayuda que necesitan.
Los padres hacen todo lo que está en sus manos, pero nadie escucha. Y los culpables siguen asistiendo a la escuela como si nada hubiese pasado.
Tenemos que acabar con esto. No quiero que tengamos que volver a saber que ningún niño se ha tenido que quitar la vida porque él o ella se siente maltratados por la sociedad.
Aunque no seas maestro, profesor o policía, todos podemos hacer algo para que el mundo sea un lugar mejor en el que nuestros hijos crezcan. Cría a tus hijos para que sean buenas personas. Pregunta a tus hijos cómo están, y dales buen ejemplo con tu comportamiento.
Eso es más de lo que crees.
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