Ese día volaba Erika con sus tres hijos. Sabía como mantener a los niños bajo control pero sin embargo no estaba preparada para la reacción que su hija Gabby de 9 años iba a tener una vez el avión despegará.
No pasó mucho tiempo antes de que Gabby comenzara a estar muy preocupada. La niña que tiene diabetes hizo todo lo posible por mantener la calma, pero eso no fue muy fácil Desgraciadamenre, sus niveles de azúcar en la sangre pronto comenzaron a disminuir también.
Erika, su madre, podía ver el miedo y el pánico en los ojos de su hija. ¿Qué podía hacer ella?
De la nada la madre vio salir a un auxiliar de vuelo que se acercó a la niña. El auxiliar además había llenado el vaso de la pequeña con una «bebida especial».
Erika tomó una foto del auxiliar de vuelo para que llegado el caso la compañía aérea Southwest, pudiera identificarlo fácilmente.
Pero no era para despedirlo. Al contrario – quería elogiar al auxiliar de vuelo por lo que realmente hizo.
Resultó que el hombre, llamado Garrick, había visto cómo la niña luchaba por ser valiente y fuerte. Y por ello se acercó hasta las primeras filas – ¡y estuvo en todo momento pendiente de ella, tratando de calmar sus nervios!
«Trató de hacerla reír y le dio bebidas especiales», escribe su madre Erika Jeorgean Swart enuna publicación de Facebook a la aerolínea Southwest. Y continua escribiendo:
”Sugirió que continuarán hablando para que así ella no pensara en el aterrizaje. Y por lo tanto hablaron durante 30 minutos de todo sobre su hija, que tenía la misma edad que Gabby, de sus mascotas y de su clase del colegio. Cuando hubo turbulencias, la niña comenzó a llorar y él la tomó de la mano. Garrick le dijo de manera cariñosa que podía agarrarse a él todo el tiempo que quisiera. Y justo en ese momento sus niveles de azúcar comenzaron a bajar peligrosamente debido al enorme estrés que tenía. Garrick salió disparado de su asiento y fue a buscar un jugo de manzana para volver a sentarse con ella».
Garrick sabía exactamente lo que hacía. Se sentó en el asiento junto a la niña de 9 años, bromeó, y se rió, le dio jugo y habló de todo lo que se podía hablar. ¡Gracias a la maravillosa actuación de Garrick, todo el viaje se desarrolló bastante bien!
”Cuando habíamos aterrizado y estabamos esperando para salir, Garrick tomó el micrófono y envió un mensaje a su amiga Gaby que había logrado superar su miedo a volar. Y pidió a todo el avión un aplauso para ella. Fue una increíble experiencia en la aerolínea Southwest. Estamos eternamente agradecidos al habernos encontrado con una alma tan bella y generosa» escribe Erika Jeorgean Swart en Facebook.
¡No puedo estar más de acuerdo. Hay que elogiar a este increíble auxiliar de vuelo por su enorme corazón!
COMPARTE para difundir esta maravillosa historia y así elogiar al auxiliar de vuelo Garrick, que hizo todo lo que estuvo en sus manos para ayudar a una madre y a su hija. ¡Hay que elogiar a este tipo de héroes!