Emily Chell y Wayne Barratt apenas podían esperar a que llegara el gran momento y contaban los días para la llegada de este deseado bebé.
Solo había un mínima preocupación. Tres semanas antes del parto, la hermana de Emily se casaba- otro de los grandes momentos de la vida – y Emily no quería perdérselo por nada del mundo. Por suerte la boda y el alumbramiento iban a producirse con algunas semanas de diferencia y Emily cruzaba los dedos para que así fuera.
Pero la vida, como todos sabemos, es impredicible, y la noche antes de la boda, Emily rompió aguas.
Emily, quien se encontraba en un hotel ayudando a preparar la boda junto a su hermana, tuvo que ser traslada de urgencias al hospital. Llegó a medianoche con una idea en la cabeza, que prácticamente era imposible: haría todo lo que estuviera en su mano para no perderse la boda de su hermana.
– «Los médicos me explicaron que si no había complicaciones, el bebé nacería sobre la 7 de la mañana. Con lo cual podríamos solucionarlo», dijo Emily a The Sun.
¡El parto fue muy bien y a las 07.10 de la mañana Emily y Wayne eran padres del pequeño Brody! Fue algo inolvidable – ahora faltaba conseguir el siguiente objetivo.
Tras el parto, Emily y Brody tomaron un merecido descanso en el hospital. Y a las 4 horas, sobre las 11.15, estaban preparados. La familia salió corriendo del hospital, esperando llegar a tiempo a la iglesia.
¡Para sorpresa y admiración de todos, lo consiguieron!
– Me retrasé 10 minutos, pero la gente me esperó. Así que llegué al altar con Brody en mis brazos. Todos estaban muy emocionados. Fue un momento maravilloso, cuenta Emily a The Sun.
Esta recién estrenada mamá pudo, para más alegría, ser testigo de la novia, su hermana. Y además llevar en su regazo, en ese maravilloso momento, a su bebé recién nacido. ¡Todo un milagro!
– Emily hizo todo lo que pudo para llegar a tiempo a la boda. Ahora todos vamos a celebrar este maravilloso día con Brody, comenta la hermana de Emily, Katie a The Sun.
