Un terrible día está adolescente murió. Una pesadilla que ningún padre nunca jamás debería experimentar. Ser privado de tus hijos y solo sentir cómo una vida, a la que has dado vida, desaparece.
Pero ya no se podía hacer nada. Macy había fallecido en un trágico accidente, algo injusto e inexplicable. Y ahí quedaba una madre que echaba de menos a su hija por encima de todas las cosas.
Macy solo quería que todo esto terminara, estaba viviendo el peor momento en la vida de la madre.
Pero un día Cindy se acordó de algo. Antes de que su hija falleciera, ella le había regalado algo que no se podía comprar con dinero – 25 cartas, en sobres cerrados, con mil temas variados.
Había cartas de noches en vela, cartas de días frustrantes, cartas sobre pequeños problemas del día a día, cartas que se podrían abrir cuando más se necesitaban. Y justo en ese montón de correspondencia, había una que dejó de piedra a Cindy. Una carta con un título «Abre cuando… Me eches de menos».
La madre no sabía qué pensar. ¿Qué quería su hija contarle, desde su tumba? ¿Estaba esta madre preparada para leer estas palabras, como último adiós a su hija?
Con las manos temblorosas y el corazón palpitante, Cindy abrió despacio la carta. Y su hija había escrito lo siguiente:
”Hola, mamá. Siento que me eches de menos. Espero que estés donde estés y hagas lo que hagas, te sientas bien. Probablemente yo también te eche de menos. Honestamente no me gusta estar fuera de casa mucho tiempo. Echo muy de menos mi hogar. Cuando era pequeña y estaba con papá, estaba deseando estar contigo.
Creo que era en parte porque siempre cocinabas rico en casa pero sobre todo porque te echaba de menos por encima de todo. Voy a quererte eternamente, mamá. Gracias por todo lo que has hecho por mí. /Macy Mathis”.
La carta era justamente lo que el corazón de Cindy necesitaba. Estaba pasando por el peor momento de su vida. Había perdido lo que más amaba en el mundo, a su hija, y en medio de toda su tristeza y dolor, encontró esta carta como último adiós. Una carta que mostraba lo especial que era su hija y el fuerte vínculo que existía entre ellas.
Cindy se secó las lágrimas. Y una hora más tarde publicaba la carta en la página de Facebook que había creado para homenajear a su hija. En esta página Cindy también explicaba sus sentimientos ante esta carta recibida desde la tumba:
”Me era difícil abrir esta carta. No te puedes imaginar lo mucho que mamá te echa de menos. No hay un segundo del día en el que no piense en ti. Eres mi vida, mi mejor amiga, lo eres todo», escribe la madre.
”Te queremos enormemente, mi niña. Es imposible describir cómo te echo de menos. Buenas noches mi precioso ángel».