Kirsty Ermenekli, de 32 años llevó a su hija Layla-Rosem, de 6 años a urgencias porque la pequeña estaba muy caliente, se quejaba de dolor y se sentía mal.
Una vez en el hospital, la hija comenzó con fiebre muy alta y tenía una hematoma en la cadera.
”Parecía que hubiese pasado una eternidad cuando el médico apareció unas horas después» comenta Kirsty.
El médico mandó de vuelta a su casa a la madre y a la niña.
Pero la pequeña no se sentía mejor. Tan pronto como llegaron a casa, la situación de la niña empeoró.
Kirsty volvió de nuevo al hospital con su hija. Y ésta murió ocho horas después de llegar al hospital.
La madre ahora ha demandado a los médicos y una investigación se ha abierto en el hospital Royal Oldham.
”Me preguntó porque estuvimos sentados en urgencias tanto tiempo y porque nunca se le hizo un análisis. Pero creo que me miraban como si estuviera «paranoica» y los médicos parecían indiferentes. No me dieron ninguna información sobre la situación de mi hija. Deberían haber ayudado mucho antes a mi pequeña» comenta la madre a Daily Mail.
La autopsia de Layla-Rose reveló que murió de meningitis y envenenamiento de la sangre.
La investigación interna en el hospital puso en evidencia que había índicos claros de la falta de una adecuada revisión y diagnostico de la paciente.
Layla debía haber visto a un médico a las 9.05, pero hasta las 10.45 no estuvo disponible.
”El médico que atendió a la paciente inicialmente no anotó la marca de hematoma y por lo tanto no estaba documentado en ese momento. Ello dio lugar a que la intoxicación sanguínea no fue detectada durante tres horas y media, y por lo tanto no se pudieron realizar los tratamientos correspondientes» escribe el hospital.
A pesar de los muchos «lo sentimos» recibidos por Kirsty, nadie le va a devolver a su hija.
”Nadie conoce a los hijos mejor que sus padres. Ahora estoy más paranoica que nunca. Creía que estaba en las mejores manos”, dice la madre.
¡Descansa en paz, pequeño ángel!
Esta historia nos demuestra lo importante que es confiar en nuestros propios instintos y seguirlos. ¡Tu mejor que nadie sabes lo que sientes!
Debemos confiar en la mayoría de los médicos pero como en todas las carreras profesionales siempre hay algunos que no hacen bien su trabajo. No cedas hasta que no te den la asistencia sanitaria que tú o tu hijo mereceis.
¡Comparte esta historia para que todos sepamos sobre las consecuencias de un diagnóstico erróneo!