Tres hombres están sentados juntos en un banco del parque, disfrutando del día soleado y alardeando de sus esposas.
El primer hombre, Dick, les dijo a sus amigos que se había casado con una mujer de Minneapolis. Se jactó de haberle dicho en términos muy claros:
«Cuando regrese del trabajo, quiero que la casa esté limpia y ordenada».
Él no vio ningún cambio en el primer día. Pero en el segundo día, la casa estaba limpia y ordenada.
Luego, el segundo hombre, Brandon, le dijo a los hombres en el banco que le había dicho su esposa:
«Cuando regrese del trabajo, quiero que la casa esté limpia, que laves la ropa y quiero que haya comida lista en la mesa».
El primer día no vio ningún cambio y tampoco el segundo día.
Pero al tercer día, fue como él había pedido.
Respuesta inesperada
El tercer hombre, Chad, se casó con una mujer de Villanueva y un día le dijo:
«Como mujer, es tu trabajo lavar la ropa, cortar el césped, limpiar la casa y preparar la cena y que esté todo listo cuando regrese del trabajo. ¿Y realmente quieres ponerte eso hoy? Sabes que odio el color púrpura».
El primer día no vio nada y tampoco en el segundo o el tercer día.
El cuarto día, pudo ver un poco con su ojo izquierdo y tenía suficiente movilidad en su mano derecha como para hacerse un sándwich y poner los platos en el lavavajillas…
¡Nunca te metas con una mujer! ¡COMPARTE esto si te reíste!