Jefe grita al tímido Pedro frente a todos sus colegas – él responde con 1 palabra que pone al idiota en su sitio (historia ficticia)

Esta divertida historia es ficticia y trata de un vendedor. En un principio el chico me dio realmente pena – pero al llegar al final de la historia no pude parar de reírme. ¡Así de simple! ¡Es lo mejor que he leído en mucho tiempo!

Pedro es un joven de pueblo que se traslada a la capital en busca de trabajo. El joven consiguió rápidamente una entrevista para un empleo en unos grandes almacenes con muchos departamentos.

De inmediato le citan para una entrevista y el jefe le pregunta:

– ¿Tienes experiencia en ventas?

– «Sí, en mi pueblo trabajé durante un tiempo como vendedor de aspiradoras», responde el joven.

Unbounce

El jefe no estaba del todo convencido, pero le gustaba el chico – y decidió darle una oportunidad.

– Empiezas a trabajar a las 8:00 mañana. Bajaré después a la oficina cuando cerremos para ver cómo ha ido todo.

El primer día fue muy difícil para Pedro, pero trabajó lo mejor que pudo. Cuando la tienda cerró, llegó el jefe y se reunió con todos los empleados.

– ¿Con cuántos clientes has tratado hoy? Le preguntó al nuevo vendedor.

Pedro frunció el ceño, miró al suelo y murmuró su respuesta:

– Uno.

”¡Espabílate!”

El jefe:

– ¿Solo UNO? Nuestro personal de ventas tiene entre 20 y 30 clientes cada día. Aquí tienes que mejorar rápidamente si quieres mantener el trabajo. Exigimos resultados muy altos en nuestras ventas aquí en la gran ciudad. Un cliente por día podría haber estado bien allí de donde vienes, pero ahora no estás en el campo, chico. ¡Espabílate!

Este joven escuchaba las quejas del jefe mientras continuaba mirando fijamente el suelo. El jefe se sentía un poco avergonzado porque le había chillado ya el primer día y preguntó seguidamente algo más tranquilo:

– Dime, ¿de cuánto se trataba tu venta?

Flickr

Pedro lo miró y le respondió con un poco de vergüenza y casi susurrando:

– 154.351,52 dólares

El jefe le gritó en shock:

– ¿Cómo? ¿Más de 100.000 dólares? ¿Pero qué diablos vendiste?

El joven le explicó:

– Bueno, primero vendí unos anzuelos al cliente. Luego una caña de pescar donde poner sus nuevos anzuelos. Luego vi que no tenía barco y necesitaba uno. Bajamos de inmediato al departamento de barcos y allí se compró uno último modelo. Luego le comenté que no creía que en su automóvil tuviera sitio para meter todo lo comprado así que fuimos al departamento de vehículos y comparamos un nuevo automóvil por unos pocos cientos de miles.

El jefe quedó maravillado y le dijo:

– ¡¿De manera que vino un cliente a comprar unos anzuelos y tú le vendiste un barco y un estupendo auto nuevo?!

Pedro respondió:

– No, no. En realidad él venía a comprar tampones para su chica. Pero entonces le dije : «Amigo, esta semana la tienes jorobada, pero siempre te puedes ir a pescar…».

Al día siguiente, Pedro fue ascendido…

¡No seas tímido y COMPARTE con tus amigos! 

Salir de la versión móvil