Historia divertida (ficticia):
El pequeño José jugaba en el jardín del colegio cuando de repente vio a su padre meterse con el auto por un camino del bosque. El niño curioso corrió hasta donde estaba el automóvil aparcado y a través de la ventana vio a su padre besar a la tía Eva y luego vio como se quitaban la ropa.
José se quedó allí y miró interesado lo que estaba pasando dentro del auto.
Después de la escuela, el niño corrió a su casa y le dijo desconcertado a su madre:
– ¡Mamá, Mamá! Hoy he visto a papá meterse con el auto por un sendero del bosque cerca de la escuela. ¡Salí corriendo y vi a papá en el auto con la tía Eva! Se abrazaban y se besaban y luego papá le quitó la blusa a la tía y ella le quitó los pantalones a papá y…
Pidió al niño continuar
La madre interrumpió a José, sonrió ampliamente y le dijo:
– Sabes mi pequeño – esta historia es muy interesante y es mejor que te esperes a la cena. Entonces la cuentas y así tu padre también puede escuchar la historia entera!
Y 3 horas más tarde durante la hora de la cena, cuando toda la familia estaba reunida, José comenzó a contar de nuevo la historia:
– Hoy he visto a papá ir en auto por un sendero en el bosque cerca de la escuela. ¡Me acerqué corriendo y vi a papá en el auto con la tía Eva! Se estaban abrazando y besando y después papá le quitó la blusa a la tía y ella le quitó los pantalones a papá y…
José hizo una pausa en el momento donde su madre anteriormente le había interrumpido – y la miró. Ella le sonrió, asintió y le pidió que continuara.
El niño le dijo:
– ¡Y entonces hicieron lo mismo que mamá suele hacer con el tío Mauricio cuando papá está trabajando en Inglaterra!
Moraleja: ¡A veces se debe oír lo que se dice – sin interrumpir!
¡No seas tímido y COMPARTE si te gusta esta divertida historia!