El Gigante Apeninos es obra del escultor francés Jean Boulogne, también conocido como Giovanni Da Bologna, quien se cree que la erigió entre los años 1579 y 1580 en los jardines de la Villa de Patrolino.
Esta fabulosa escultura es una alegoría de la famosa cordillera italiana. Mitad hombre, mitad montaña, su mano fluye hacia el agua que lo rodea, un lago artificial con agua procedente del río que nace en los mismos Apeninos.
Pero según reportó el diario La Vanguardia, además de su belleza exterior, este gigante esconde misteriosas salas y cuevas en su interior, que antiguamente estuvieron pobladas de frescos.
Para hacerlas Boulogne aprovechó una gruta natural, a la que se accede desde la “espalda” del gigante.
El escultor amplió las salas creando varias estancias distribuidas en tres plantas, que cuentan con ventanas bajo la barba y las axilas. Antiguamente había una chimenea que hacía salir humo por la nariz del gigante.
También tiene un órgano de agua con trampillas camufladas que arrojan chorros de agua inesperados a los visitantes.
Si deseas visitar esta maravilla escultórica puedes hacerlo desde mayo hasta finales de octubre. Una experiencia que será seguro inolvidable.
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