Y una de las cosas que no puede hacer es crear nuevos órganos. Cuando una persona necesita un nuevo riñón, por ejemplo, depende al cien por cien de un donante.
Pero a veces oímos hablar de personas que hacen cosas más allá de lo corriente. Y esta historia va precisamente de eso.
Don Herbert y su esposa conocieron a un sacerdote Tim Jones cuando asistieron a un concierto de gospel en la iglesia.
Hacía un par de meses Don se había sometido a un trasplante de hígado pero ahora eran sus riñones los que no funcionaban bien.
Tim era un hombre muy generoso y se ofreció a donarle a Tim uno de sus riñones.
La posibilidad de que fueran compatibles era una entre 20.000. Pero tras la prueba de compatibilidad resultó que el riñón de Tim era compatible.
Pero esto no es solo lo que hace entrañable esta historia.
Durante la operación, se descubrió que Tim tenía un trastorno de la arteria que de no haberse descubierto a tiempo le hubiera provocado su muerte.
La generosidad de Tim no solo sirvió para salvar la vida de Don sino también la suya propia. Comenta sobre el destino y el karma.
Aquí puedes ver la noticia sobre el suceso (en inglés):
Nunca he creído en las cosas sobrenaturales, pero después de haber leído esta historia creo definitivamente en el destino.
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