Recordar los nombres de todas las personas que se van conociendo no es fácil, especialmente si tienes que saludar a muchas caras nuevas cada día. A pesar de concentrarme y escuchar, a veces me quedo completamente en blanco cuando tengo que recordar un nombre.
Imagínate que además solo vieses los ojos de las personas, como le ocurre al personal médico cuando tiene que cubrirse boca con una mascarilla y la cabeza con un gorro.
En esto pensaba el médico australiano Rob Hackett cuando tuvo una idea brillante en el hospital. Al principio sus compañeros se rieron de ella, pero resultó ser absolutamente brillante.
Fue tras una operación en un hospital de Sydney, Australia, cuando los compañeros de Robs vieron la peligrosidad y entendieron que su idea era brillante.
De hecho, podía salvar vidas.
Confusión en la sala de operaciones
Rob trabaja en varios hospitales de Sydney, por lo que en sus jornadas de trabajo tiene que trabajar muchas personas.
Por esta razón no era, lógicamente, muy sencillo recordar los nombres de todos, especialmente en la sala de operaciones, donde todos deben llevar gorro y mascarilla.
En situaciones estresantes puede ser especialmente complicado recordar los nombres, especialmente en hospitales donde trabajan miles de personas.
Y en una operación cada detalle puede ser cuestión de vida o muerte.
– Un paciente había sufrido un paro cardíaco y había alrededor de 20 personas en la sala. Era difícil pedir un par de guantes a una persona solo señalándola, y luego la persona de detrás pensaba que era ella, cuenta Rob a Sydney Morning Herald.
– Es mucho más sencillo coordinar las cosas cuando puedes pedir las cosas a la persona por su nombre. Es bueno para los compañeros y también también para el paciente.
Escribió su nombre en su gorro
A Rob se le ocurrió entonces la brillante idea de escriba su nombre en su gorro y su puesto en ese hospital.
Se ahorra tiempo y se evitan confusiones, y a la vez va más rápido decir el nombre de una persona en lugar de tener que señalar y arriesgarse a un malentendido.
Los compañeros de Rob se rieron de él al principio cuando escribió su nombre en el gorro. No entendieron realmente la razón, pero pronto se dieron cuenta de la genial idea y su gran utilidad.
Comenzó una campaña por internet
Cada vez más personas comenzaron a escribir su nombre en sus gorros y Rob decidió lanzar una campaña para llegar a más profesionales de la sanidad.
Había dos motivos principales:
- Hazlo para demostrar que una solución tan sencilla puede mejorar la forma de cuidar a nuestros pacientes y su futuro.
- Y para demostrar que el sistema sanitario puede cambiar y mejorar.
Médicos y enfermeros de todo el mundo han comenzado a escribir sus nombres en sus gorros tras las campaña de Rob.
Personas como él ayudan a que los sistemas de salud mejoren y sea más fácil salvar vidas.
Rob es de verdad un genio por tener esta simple pero gran idea.
Comparte este artículo si consideras que el personal de hospital de tu país también debería aplicar esta brillante y sencilla medida.