Médico dice a la mujer que está embarazada: En el tercer control la ecografía revela algo terrible

Keely Favell

Keely Favel, de Gran Bretaña, comenzó a subir de peso en el año 2014. Y se hizo varias pruebas de embarazo para ver si estaba en estado.

Tras un cierto tiempo, pensó simplemente que había subido de peso y  trató de no pensar más en ello. Pero pasados unos meses la gente comenzó a preguntarla cuándo iba a dar a luz.

A veces estaba tan avergonzada que sencillamente trataba de seguirles el juego. Pero en el 2016, Keely se desmayó en el trabajo, y entonces se dio cuenta de que debía buscar ayuda médica.

Keely cuenta al medio británico The Mirror que el primer médico que visitó le dijo que posiblemente era el estrés y la mandó a casa de nuevo.

Keely aceptó el diagnostico del médico, hasta que volvió a ocurrir de nuevo.

Esta vez el médico lo achacó a su medicina contra el acné. Pero Keely no había tomado está medicina desde hacía meses y le pidió al doctor que hiciera más pruebas.

La nuevas pruebas no mostraban que estuviera embarazada, pero el médico no la creyó y envió un volante para hacerse una ecografía.

Y fue entonces cuando se quedó en shock ante el resultado.

Lo que vio el responsable de la ecografía le sorprendió tanto que llamó a un colega para pedirle una segunda opinión. Inmediatamente después, Keely fue enviada a hacerse una tomografía de urgencia.

Era tan grande como un niño pequeño

Cuando se vieron las imágenes se descubrió que tenía un enorme quiste en el estómago. Un quiste que era tan grande como un niño pequeño.

Keely fue enviada a cirugía y tuvieron que hacer una incisión desde el pecho hasta la pelvis.

La operación duró cinco horas y los doctores no podían dar crédito a lo que veían. El tamaño del quiste era enorme y pesaba 26 kilos.

Tras la operación Keely había bajado una tercera parte de su peso. Esto comentó a la BBC británica: 

“Había olvidado lo fácil que era hacer cosas sencillas como conducir o bajar las escaleras – Al quitarme el bulto, volví a la vida – no puedo más que estarle enormemente agradecida al cirujano por ello”.

Muchos pueden vivir mucho tiempo sin notar que tienen quistes en los ovarios mientras otros enseguida sienten dolor y malestar. Pero estar tanto tiempo como Keely sin un diagnóstico es extremadamente inusual.

Aunque los médicos son los expertos en las enfermedades del cuerpo, tú mismo debes escuchar a tu cuerpo si sospechas de algo que no va bien.

Según Vårdguiden, algunos de los síntomas comunes de los quistes ováricos son dolor, inflamación del estómago, desarreglos en el ciclo menstrual, calambres o dolor en las relaciones sexuales.

A veces los quistes desaparecen por si solos y no siempre se tiene que operar.

Por suerte, la operación de Keely fue muy bien, a pesar de que se quedará con el recuerdo de una cicatriz en la barriga. Los médicos dicen que el quiste no impedirá la posibilidad en un futuro de poder quedarse embarazada y tener niños si así lo desea.

Por suerte Keely tuvo la ayuda que necesitaba, a pesar de que esta debía haber llegado antes.

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