Un día Hailey iba de camino al trabajo pero justo delante llevaba otro vehículo que iba muy despacio. Y requiere mucho autocontrol no perder los nervios en estas ocasiones.
Tenía prisa y no tenía tiempo para estar sentada detrás del volante, muy por debajo de la velocidad recomendada.
No fue hasta que Hailey estuvo parada justo detrás del otro automóvil, cuando vio el cartel que había colgado en la ventanilla trasera del automóvil.
Tras leer el mensaje, sintió que tenía que compartir lo que ponía en el cartel en su blog: Thoughts, Dots and Tots. Este mensaje había cambiado su forma de ver el mundo.
Esto fue lo que escribió en su blog:
”Cuando iba de camino al trabajo, llevaba delante este auto. En la ventanilla trasera se podía leer, ´Aprendiendo a manejar el cambio de marchas, siento la demora´.
Teniendo esta información, tuve mucha paciencia con sus lentos cambios de marcha. Y sinceramente, iba bastante bien para alguien que está en prácticas.
Entonces me hice una pregunta: ¿Habrías tenido la misma paciencia si no hubiera visto el cartel? Estoy casi segura de que no.
No sabemos por lo que está pasando casa persona. No llevamos carteles que cuenten nuestra situación personal. No vemos carteles en las camisas de las personas que digan: ’Me estoy divorciando’, o ’He perdido un hijo’ o ’Estoy deprimido’ o ’Tengo cáncer.’
Si pudiéramos saber por lo que está pasando la gente, seríamos seguro más buenos con los demás.
Pero no tendríamos que necesitar ver esos carteles para tratar a los extraños con amabilidad.
Deberíamos hacerlo de todas formas, independientemente de que sepamos por lo que está pasando una persona o no. Independientemente de si se lo merece o no. Permitámonos tener un extra de paciencia, amabilidad y amor».
Esta nota, escrita a mano y colgada en la ventana trasera del vehículo, realmente conmovió a Hailey y le llevó a una profunda y certera reflexión.
Podría, simplemente, haberse sentido irritada y enfadada, pero en lugar de eso, respiró hondo y eligió ser tolerante.
Creo que todos, yo la primera, deberíamos pensar como Hailey.
¿Porque cuántas veces no nos hemos enfadado por pequeñas cosas como que el autobús se ha retrasado, o que alguien no ha dejado los vasos de la comida en su sitio, o que alguien ha llegado tarde a una reunión?
¿Y a quién beneficia eso? A nadie en absoluto.
Nosotros mismos, y todos los que hay a nuestro alrededor, nos vamos a sentir mejor, y vamos a tener más armonía, si solo respiramos hondo en lugar de estresarnos.
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