Una madre sorprendió en China a su familia cuando llegó a casa con un cachorro de perro.
Ella pensó que era de la raza mastín tibetano.
Pero dos años más tarde resultó ser algo completamente diferente, escribe el Independent.
Fue en la ciudad china de Kunming, la cual se encuentra al sur del país, donde comienza esta extraña historia.
Hace dos años, Su Yun llegó a casa con lo que ella pensaba que se trataba de un cachorro de la raza mastín tibetano.
Según Independent, la familia había alimentado al perro con una caja de fruta y dos cubos de fideos al día. Uno podría pensar que la familia debería haberse dado cuenta del enorme apetito de su amigo de cuatro patas. Pero pasarían otros dos años y 130 kilos más, antes de que saltaran las alarmas.
Fue cuando el «perro» comenzó a andar con las patas traseras cuando comprendieron que algo no estaba bien.
El animal debía ser algo parecido a esto cuando era pequeño:
¡Su Yun había traído a casa un oso negro!
– Cuanto más crece más se parece a un oso, dice Yun a The Independent.
– Y tengo un poco de miedo a los osos.
Según the Independent, la familia habría tomado contactado con el Centro de Protección de Vida Salvaje de Yunnan y se permitió a los expertos venir y recoger al oso al cual se le inyectó un calmante para poder proceder a su traslado.
El periódico escribe que el animal habría tenido un gran valor si se hubiera vendido en el mercado negro, pero afortunadamente, no sucedió de esta manera. Ahora vive en el Centro de Vida Salvaje, escribe Daily Mail.
¿Cómo ha sido posible esta confusión tan increíblemente extraña?
Esta es la pregunta que todo el mundo se hace después de esta increíble noticia, la cual se ha difundido como la pólvora por la red en estos últimos días. Según National Geographic este tipo de confusiones ocurren mucho más frecuentemente de lo que uno cree. La conocida revista escribe que una persona crió a un zorro pensando que se trataba de un perro de raza spitz japonés. El zorro tuvo que ser trasladado más tarde al zoo. Otro caso que ocurrió en Asia donde un hombre pensó que un leopardo era un gato y así lo criaba en casa.
Al mismo tiempo los expertos dicen que es muy difícil confundir a los animales salvajes con aquellos que están domesticados. Según Lynn Cuny del Centro de Rescate y Rehabilitación de la Vida Salvaje en San Antonio EEUU, los jóvenes animales salvajes tiene otra apariencia y huelen diferente a los animales domesticados, escribe the National Geographic.
Espero que el oso se encuentre bien allí donde está ahora. ¡Comparte esta increíble historia para que tus amigos no comentan el mismo error!