Cuando los buceadores se metieron a la cueva en Tailandia, donde estaban encerrados los niños y su entrenador, Adul Sam-On, de 14 años, fue el primero en actuar.
El niño, que ha sido refugiado desde los seis años, era el único que podía hablar inglés y por esto pudo comunicarse con los rescatistas para que los pudieran ayudar de la mejor forma.
¡Ahora le rinden homenaje por ser un gran héroe!
Fue el 23 de junio que los niños, entre las edades de 11 y 16 años, y su entrenador de 25 años, desaparecieron en la cueva Tham Luang Nan Non en el norte de Tailandia. Este sistema de cuevas tiene 10 kilómetros de largo, pero la entrada fue bloqueada por el agua debido a unas lluvias monzónicas, que dificultó el esfuerzo de búsqueda.
Después de mucho esfuerzo y después de 16 días de lucha para poderlos salvar, todos los niños pudieron ser rescatados. Todos lo niños y el entrenador habían sido rescatados de la cueva y los llevaron inmediatamente al hospital. Según medios, nadie de ellos tiene lesiones graves.
Niño de 14 años se convirtió en héroe
Cuando los buceadores, que fueron los primeros en llegar donde los niños y su entrenador en la cueva, lograron entrar el niño Adul Sam-On iba iba a tomar mucha responsabilidad.
El niño, que perteneciente al grupo étnico minoritario Wa, hablaba varios idiomas, entre estos inglés. Por lo tanto, fue el único que pudo hablar en inglés con los primeros buceadores y actuó como intérprete.
Según New York Times Adul amablemente les contó sobre las principales necesidades de sus compañeros: Necesitaban comida y querían saber más o menos en cuánto tiempo iban a poder ser rescatados.
«Tienen una chispa»
Adul huyó cuando tenía seis años al otro lado de la frontera con Myanmar (Birmania) después de que sus padres lo dejaron en una iglesia con la esperanza de que iba a tener una vida mejor, escribe BBC.
Ahora, ocho años más tarde, se convirtió en uno de los grandes héroes cuando contribuyó a que sus compañeros y el entrenador pudieran ser rescatados de la cueva.
– Los niños apátridas tienen una chispa que los hace querer superarse a sí mismos. Adul es uno de los mejores, dice Punnawit Thepsurin, director del colegio donde va el niño, según New York Times.
El entrenador también es homenajeado
El entrenador, Ekapol Chantawong, de 25 años, también es homenajeado por su trabajo en la cueva. Él ha vivido como monje budista durante muchos años y por esto ha aprendido a guardar energía del cuerpo con la ayuda de la meditación.
Según varios medios le enseñó esto a los niños en la cueva, escribe el canal de noticias SVT.
