Conseguir una mesa en el restaurante popular de la ciudad puede ser difícil. A veces parece que siempre eliges el momento en que todos los demás quieren comer allí. Para algunas personas, simplemente no vale la pena la espera.
Pero una señora mayor no quería irse hasta conseguir comer en su lugar favorito de desayuno en Michigan, Estados Unidos, incluso si eso significaba estar parada toda la mañana.
Ella estaba allí sola y esperó callada y paciente entre los grupos de gente que charlaban en la puerta. Entonces, un joven, que ya estaba sentado con su grupo de amigos, se levantó y le dijo algo que hizo que un grupo de mujeres se quedara de piedra.
Otro comensal, Heather Leigh, estaba observando al hombre y curiosamente siguió sus movimientos mientras se acercaba a la dama.
Lo que dijo a la mujer hizo que su corazón se derritiera.
So we were out to lunch and it was super crowded. There were quite a few groups of people at the door waiting to be…
Posted by Heather Leigh on Thursday, August 17, 2017
Heather quedó tan impresionada con las acciones del joven que lo capturó en la cámara y lo compartió con sus amigos y familiares en Facebook.
Ella escribió: «De la nada, este joven se levantó, se acercó a la señora y le dijo: ‘Tengo tres asientos vacíos en mi mesa, ¿te gustaría sentarte conmigo para no tener que esperar?'».
La mujer aceptó y él puso una silla junto a él.
Desde entonces, esta bella historia ha capturado los corazones de todos los que la leen, y puedo entender por qué.
«Los cuatro en nuestra mesa quedamos con nuestros corazones DERRETIDOS mientras la llevaba a su mesa y sacaba la silla junto a él, no frente a él, para sentarse», escribió Heather en Facebook.
Heather no pudo dejar de seguir la conversación entre los dos y observó lo cómodos que estaban charlando entre ellos.
Posted by Mt. Clemens Grill on Thursday, September 17, 2015
Este es el restaurante donde sucedió todo.
Heather escribió en Facebook algunas sabias palabras: «Con toda la ridiculez negativa y odiosa que está ocurriendo en nuestro país, fue agradable ver y recordar que todavía hay gente buena entre nosotros».
Son las pequeñas cosas en la vida que hacen que nuestro mundo sea un mejor lugar para vivir. Esto puede parecer bastante simple e insignificante en comparación con todas las «grandes noticias» que existen. Pero para la anciana en el restaurante, este pequeño gesto debe haber significado mucho.
Pon me gusta y comparte esta maravillosa historia con tu familia y amigos. ¡Que sea un recordatorio de que son las pequeñas cosas en la vida las que pueden marcar una gran diferencia!