Owen, un chico autista, solo iba ir corriendo al restaurante, a recoger la comida y volver al auto donde se encontraba su padre. Pero el padre empezó a sospechar que algo había salido mal, ya que Owen no regresaba.
Entonces corrió al restaurante para averiguar lo que había pasado. Y entonces vio lo que el personal había hecho.
Para Owen, un chico autista, es muy importante saber con detalle como van a ser las cosas. No le gustan las sorpresas, porque entonces a menudo se pone nervioso y estresado.
Cuando su familia le llevó a un restaurante, su padre Pat le pidió que entrara en el restaurante y pidiera la comida mientras él esperaba en el auto.
Pero la historia no se desarrolló como Pat había pensado. Porque Owen tardaba demasiado tiempo en volver. Finalmente el padre comenzó a ponerse nervioso por lo que pudiera haber ocurrido.
Owen tenía claras instruciones de su padre: entra y pide la comida, yo espero en el auto.
Pero Owen no pudo resistir el olor de la buena comida del restaurante, y en vez de quedarse delante del mostrador y pedir, se quedó allí para empaparse de la atmósfera.
Entonces vino la dueña del restaurante Aye Thein y le preguntó si podía ayudarle en algo. Owen respondió que estaba hambriento.
El padre esperó y esperó en el auto. Y finalmente se dio cuenta de que estaba obligado a acercarse y averiguar lo que había pasado.
Cuando Pat entró vio a su hijo sentado comiendo una especie de guiso de carne. Fue realmente idea de la jefa del restaurante Aye.
«Dijo que se debía preparar de inmediato un curry de carne para el joven. Y añadió que era tan simpático que podía comer gratis allí», escribe la madre de Owen, Sandra, en Facebook.
Y lo interesante es que Aye no sabía que el chico era autista. Le invitó a comer por pura solidaridad – según su fe budista.
Sandra, la madre de Owen, se emocionó mucho con el gesto amable de la dueña del restaurante.
«Esto es increíble e inusualmente amable. ¿Quiero decir cuantas veces pasa algo así?, escribe la madre en su página de Facebook, y su publicación ha sido compartida miles de veces en el mundo.
Me he emocionado mucho con esta preciosa historia. Ahora espero que muchos más sigan su ejemplo y muestren la misma solidaridad. ¡Qué ejemplo! ¡Comparte para elogiar su maravilloso gesto!