Nadie comprende por qué el médico grita cuando asiste parto de gemelos: la madre al ver a los bebés se da cuenta de algo increíble

Cuando mi madre se quedó embarazada de mi, se llevó un shock al hacerle la comadrona el control rutinario. Mi madre se encontraba fatal todo el tiempo y se preguntaba por qué se sentía peor que en su embarazo anterior.

La ecografía mostraría pronto la razón de su malestar.

Dentro de mi madre no solo crecía yo, eran dos bebés los que venían en camino. Algunos pueden pensar que es tremendamente difícil cuidar de dos bebés al mismo tiempo y seguramente lo es en muchas ocasiones.

Pero crecer con un hermano gemelo ha sido fantástico. Incluso si nos enfadamos de vez en cuando nunca he tenido un vínculo tan fuerte con ninguna otra persona.

Cuando Sarah y Bill Thistlethwaite supieron que esperaban gemelos se pusieron enormemente contentos.

Pero la alegría pronto se convirtió en preocupación cuando los médicos descubrieron que se trataba de un embarazo monocoriónico en el cual los bebés son dependientes de una sola placenta compartida.

Hay muchos riesgos en embarazados de este tipo. Por ello Sarah estuvo ingresada 57 días en el hospital antes de que los gemelos nacieran por cesárea.

Sarah y Bill ya tenía un hijo pero esperaban con mucha alegría el nacimiento de sus dos hijas. Dos días antes del día de la madre en el año 2014 vinieron al mundo las dos deseadas niñas.

Nacieron con 46 segundos de diferencia. El parto fue bien – y las niñas nacieron sanas. Pero algo resultó único en este parto y ese detalle hizo que todos en la sala de partos reaccionaran maravillados.

Tan pronto como las niñas nacieron los médicos las levantaron para que la madre las viera. Ésta no podía dar crédito a lo que veía. Las niñas nacieron cogidas de la mano.

”Se derritió mi corazón» contó Sarah al periódico People.

”Incluso mi marido tenía lágrimas en los ojos – yo creo que todos en la sala tenía los ojos húmedos».

Ya han pasado cuatros años de aquello. Hoy en día estas dos preciosidades han comenzado a desarrollar su propia personalidad. Pero una cosa no ha cambiado en absoluto, les sigue encantando darse la mano.

A las niñas les gusta mucho hacer cosas juntas y estar siempre unidas.

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