Cuando Sally Rewehooeern perdió a su marido durante los años 90, se quedó con un dolor y un vacío terrible. Como los parientes de esta anciana están dispersos por el país se vio obligada a cuidarse ella sola en el día a día, hasta que un nuevo amigo apareció en su vida.
Esta historia nos demuestra que nunca es tarde para que alguien vuelva a tu vida y lo cambié todo.
Sally Rewehooeern ha vivido una vida solitaria durante muchos años desde que su marido murió. Incluso si sus parientes vienen a visitarla en cuanto pueden, todavía hay un cierto vacío en su vida ya que ellos viven muy lejos.
Sally llenaba sus días como podía hasta que un día la vecina se compró un cachorro llamado Brody.
Va a casa de Sally cada día
Los vecinos se dieron cuenta de inmediato que a su cachorro le gustaba mucho visitar a Sally y se iba él solo a verla. Y éste era recibido por supuesto con los brazos abiertos. Brody pronto pudo notar que Sally la apreciaba mucho. De alguna manera era como si el cachorro supiera que ella echaba de menos algo.
Y muy pronto Brody comenzó a visitar a Sally varias veces al día. Ahora ya no necesitaba estar sola ya que este cachorro estaría a su lado hasta que se hiciera mayor.
«Es maravilloso tener la compañía de Brody. Me acompaña cuando tomo el café en el jardín o cuando me voy a la iglesia. ¡A veces incluso quiere meterse conmigo en el auto para acompañarme donde vaya!», cuenta Sally muy contenta a The epoch times.
Esta anciana viuda ha recuperado las ganas de vivir porque de repente ha aparecido alguien que tiene ganas de visitarla cada día. Comparte para mostrar a los demás lo leal y fantásticos que son de hecho los perros.
