Las personas que maltratan a otras personas deberían estar en la cárcel. No hay ninguna excusa que justifique la violencia contra otra persona.
Lamentablemente, vemos demasiados casos de maltrato de hombres a mujeres, y es un problema del que aún la sociedad no ha conseguido deshacerse. En muchos casos incluso las mujeres mueren a manos de sus agresores.
Muchas veces las víctimas han denunciado a sus agresores, pero la policía y la sociedad no siempre responden de la forma más acertada.
Kelsie Skillen es una chica de 19 años de Glasgow (Reino Unido) que casi muere a manos de su novio, James McCourt.
Kelsie no tenía ni idea de lo agresivo que su novio podía llegar a ser, pero una tarde la ira se apoderó de James y encerró a Kelsie y la torturó durante horas.
No está claro si James había mostrados signos de maltrato antes, según los medios británicos, pero aplicar tanta violencia, hasta casi matarla, no puede salir de ninguna parte.
Normalmente las personas que maltratan de esa forma suelen mostrar comportamientos como ser muy controladores e intentar limitar el contacto con sus amigos y familia. A menudo hay pequeñas señales que nadie debería ignorar.
Los hombres que son muy controladores suelen mirar los teléfonos de sus parejas, le suelen decir lo que tienen hacer o no, y son celosos cuando hablan con otros hombres.
Suelen ser personas que llaman a su pareja todo el tiempo para ver dónde está, le dice que tiene que estar en casa y le regaña cuando llega tarde a casa.
Aunque tu corazón te diga que tu pareja es una buena persona, escucha a tus amigos y tu familia, ellos quieren lo mejor para ti y pueden ver las cosas de forma más objetiva.
Y seguro que algo dentro de ti te va a advertir de que algo no está bien. Es intuición, escúchala.
Esa tarde, James se enfadó cuando iban de camino de vuelta de una fiesta y su ira fue en aumento.
Comenzó enfadándose con Kelsie porque había olvidado su chaqueta, y comenzó a gritarle. Kelsie se negó a darle un cigarro, y James perdió el control, según escribe el periódico británico The Mirror.
”Él dijo que era mi culpa”,cuenta Kelsie y continúa:
”Yo había dejado su chaqueta, entonces cambió, y me atacó».
James la mantuvo como rehén durante cuatro horas. No sabía si iba a sobrevivir. James apagó el router de internet, le escondió el teléfono y tomó todas las precauciones para que ella no pudiera salir de la casa.
En un segundo, Kelsie estaba tumbada en el suelo. James tenía su rodilla en su pecho y la golpeó varias veces.
James le pegó, gritó y la amenazó.
Kelsie intentaba pensar, mientras tanto, cómo iba a salvar su vida. Tenía que pensar con la lógica de él. Ella le dijo que sus actos iban a tener sus consecuencias.
Ella le preguntó a él varias veces: «¿Merece esto la pena? ¿Merece la pena arriesgarte a ir a la cárcel?».
Su respuesta era siempre igual de fría: «No me importa si acabo en la cárcel si tú acabas muerta».
James dejó de ser una persona para convertirse en un monstruo. La golpeó hasta que quedó inconsciente. No pensó que iba a sobrevivir.
Cuando James fue al baño, después de cuatro horas de maltrato, supo que era su oportunidad. James no iba a conseguir matarla.
Con la poca energía que le quedaba, Kelsie consiguió llegar hasta su iPad. Consiguió coger un cable y consiguió conectarse a internet.
Ella contactó con su madre, quien contestó inmediatamente.
La madre de Kelsie reaccionó inmediatamente y se apresuró a llegar al lugar, y James salió corriendo. Después fue detenido y condenado a 21 meses de cárcel por todo lo que le hizo a Kelsie.
Un gran ´me gusta´para Kelsie, quien demostró la fuerza y la valentía que tuvo en medio de tal pesadilla.
Nunca va a olvidar a lo que su ex novio le hizo, pero es una de las afortunadas que sobrevivió al maltrato y puedo contarlo.
Kelsie usa ahora su experiencia para advertir a otros de lo importante que es alejarse de una relación en la que hay maltrato y control. ¡Comparte para que ayudarle a difundir su mensaje!