Lucy Hatami estaba cansada de sentarse en casa con su bebé de 8 meses. Esta mamá británica tan sólo había salido con su bebé a solas un par de veces, así que todavía era un poco como una aventura. Sin embargo, quería regalarse un buen desayuno en un restaurante, así que cargó a su bebé y se dirigió al lugar.
Pero lo que debería haber sido una comida tranquila se convirtió en una experiencia desagradable.
El hijo de Lucy empezó a gritar y llorar dentro del restaurante. Aunque esto no sorprende, Lucy no esperaba la reacción de una mesa cercana.
«Desearía que callara a esa cosa», masculló un chico de 20 años.
Lucy estaba impactada y, antes de poder abrir su boca, intervino un extraño.
Lucy Hatami se encontraba tomando un desayuno con su bebé de 8 meses cuando el pequeño empezó a llorar y gritar. Por si no fuera suficiente, un joven en una mesa cercana empezó a criticar a Lucy y a su bebé.
«Desearía que callara a esa cosa», masculló el chico.
Entonces sucedió algo inesperado.
Lucy escribió sobre lo sucedido en Facebook:
«El momento en que estás en un restaurante tratando de tomar el desayuno mientras tu hijo de 8 meses llora y un chico (de unos 20 años) masculla, «desearía que callara a esa cosa».
«Antes de poder responder, su padre se puso detrás de él, le pellizca la oreja y dice, ‘¿Y tú crees que eras perfecto? Tú eras un pequeño cabrón'».
“Ahora deja de ser un maleducado, ve allí, discúlpate e invítala a desayunar porque claramente tiene sus manos ocupadas».
El joven escuchó a su padre, se levantó de la silla y caminó hacia el buffet.
«Así que conseguí mi desayuno con servicio de camarero y un delicioso café. Gracias a este padre que, incluso después de 20 años, todavía recuerda lo difícil que es ser padre de un bebé», escribe Lucy en Facebook.
Una ronda de aplausos para el padre de este hombre que sabe que nunca es demasiado tarde para enseñar a tu hijo una importante lección de respeto y consideración.
Por favor, comparte esto en Facebook si piensas que este padre hizo lo correcto y le dio una verdadera lección.
