Me acuerdo cuando fui a comprar condones por primera vez. Fue muy embarazoso. Sobre todo porque vivía en una pequeña ciudad y la cajera sabía quien era mi madre y mi novia de aquella época.
Ya ha pasado mucho tiempo desde aquello pero es un recuerdo que todavía tengo en mi memoria. Y seguro que os pasara también a muchos de vosotros, lectores.
¡Esta historia trata de un adolescente que como yo compra por primera vez su primera caja de condones – y tendrá un recuerdo para toda la vida!
Un adolescente de 16 años compra condones
Un muchacho de 16 años de Kiruna (Suecia) decide comprar condones por primera vez. Se arma de valor y entra en una farmacia.
Una vez allí toma aquello que necesita y se acerca a la caja. Pero no había contado con que tras la caja se sentaba una mujer muy bella.
El adolescente se pone rojo como un tomate al ir a dejar el paquete.
La mujer se fija en el chico y se da cuenta de que es su primera vez.
– ¿Sabes cómo se utilizan? le pregunta.
– No, es mi primera vez, responde el adolescente.
Entonces la chica saca un condón de la caja, se lo coloca en el pulgar y le explica que es importante que esté bien colocado.
El adolescente está todavía aturdido.
La mujer mira a su alrededor para ver si la farmacia está vacía y después sale de detrás de la caja. Se dirige a la puerta y la cierra con llave.
Minutos más tarde conduce al joven al almacén. Se quita la blusa y el sujetador.
– ¿Te gusta mirar? pregunta.
El muchacho solo podía asentir.
La cajera le dice que se ponga el condón mientras ella se quita la falda, las bragas y se echa.
– Debes darte prisa, no tenemos mucho tiempo, dice la mujer.
El chico se echa sobre la mujer y comienza el acto.
Como es su primera vez solo toma un par de minutos antes de que el muchacho «explote».
La mujer se queda pensativa y pregunta.
– ¿Te has puesto el condón?
– Claro, dijo el muchacho orgulloso.
… y acto seguido levanta su pulgar y se lo muestra a la mujer.
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