Hay muchas organizaciones en favor de los animales que luchan por salvar a animales maltratados, abandonados y heridos.
Una de estas organizaciones de voluntarios que merecen realmente todo nuestro respecto, es Hope for Paws, de Los Angeles.
El personal, héroes de los animales, trabajan desde hace tiempo de manera rutinaria con toda clase de situaciones y animales – pero la historia del pitbull Lexus les afectó de una manera diferente.
Un noche el personal de Hope for Paws recibió una llamada de un vecino preocupado. Había visto una perra abandonada, un pitbull, con sus cachorros recién nacidos en un terreno del barrio.
El personal no perdió ni un minuto – y se dirigió de inmediato al lugar donde se encontraba el animal. Tras localizar el área, el equipo de voluntarios trató de cerrar y bloquear las potenciales salidas por las que podía escaparse la madre. Pero todos los intentos por acercarse a ella fueron un fracaso, en un principio.
Momentos después lograron arrinconar al pitbull en una esquina. Uno de los voluntarios pudo acercarse lo suficiente para colocarle una correa en el cuello. .
Uno de los voluntarios se hizo cargo de la perra y el otro tomó a sus recién nacidos cachorros. Encontraron a cinco cachorros pero uno de ellos desgraciadamente murió antes de llegar al veterinario.
En la clínica veterinaria la madre y los cachorros pudieron recuperarse al mismo tiempo que recibieron los cuidados médicos necesarios. La madre y los cachorros estaban llenos de pulgas. El personal comenzó dándoles un buen baño. Luego recibieron sus nuevos nombres: la madre recibió el nombre de Lexus y sus cuatro hijos se llamaron Beamer, Prius, Mercedes y Cooper
La madre Lexus seguía estando intranquila y deprimida a pesar de encontrarse todos en un sitio seguro. Se acercó a uno de sus salvadores y comenzó a gemir y a comportarse de manera extraña.
Lexus no se encontraba bien. El veterinario decidió hacer un control extra y realizar una radiografía. Los rayos X revelaron que Lexus tenía un objeto redondo de metal en el estómago. El tamaño y la forma coincidían con una cabeza de botella. No es de extrañar que ella no se sintiera bien.
Como Lexus tenía que seguir cuidando a sus cachorros el veterinario no pudo someterla a una avanzada operación. La mejor manera entonces de poder sacar el objeto era provocándola vómitos. Tras un enorme vómito Lexus consiguió sacar el trozo de botella y empezó a encontrarse mejor.
No pasó mucho tiempo hasta que Lexus y sus cachorros encontraron una nueva familia que los cuidaban mientras esperaban su familia definitiva.
Hoy todos los perros han encontrado un nuevo hogar donde recibirán el calor y la seguridad que se merecen.
¡Y ello me hace feliz!
Mira el emotivo video sobre el rescate de Lexus y sus cachorros:
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