El paseo en bicicleta de la familia tomó un giro inesperado cuando de repente escucharon un sonido raro de un morro de cemento.
Decidieron llamar y pedir ayuda.
Y cuando los bomberos llegaron al sitio tuvieron que actuar inmediatamente.
Ver a alguien en problems y saber que uno no puede hacer nada para ayudar puede ser uno de los peores sentimientos que existen. Y justamente ese sentimiento fue algo que la familia que estaba de paseo en bicicleta sintió.
Durante el paseo de repente escucharon raros sonidos de un morro grande de cemento y tierra. No querían irse del sitio sin primero averiguar lo que estaba pasando. Y fue cuando miraron de cerca que quedaron en shock.
Cuando miraron por el agujero vieron un cachorrito que estaba atrapado. La familia no sabía que hacer, así que hicieron lo que más pudieron hacer. Llamaron a los bomberos para que ayudar a rescatar al perro.
El bombero Paul Bryant le cuenta a The Dodo que el morro consistía en varios metros cuadrados de bloque de cemento.
– Uno de los policías dijo que podía ver como salía la nariz del perro del morro, cuenta Paul Bryant.
Amor a primera vista
Con ayuda de un pie de cabra lograron quitar vatios bloques de cemento. Pero desafortunadamente el perro seguía atrapado. Entonces empezó a cavar y cavar.
Después de unos minutos había logrado hacer el espacio suficiente para que el cachorro saliera.
Y el pequeño cachorro inmediatamente se encariñó con su héroe. Inmediatamente empezó a lamer a Paul en la cara y a mover la colita. En ese instante se creó un lazo muy especial entre los dos.
Pero la familia que había llamado a los bomberos decidió que lo mejor era llevar al perro a un refugio, con la esperanza de que su familia lo encontrara.
Pero Paul no podía dejar de pensar en su nuevo amigo. Cuando se enteró de que no tenía ninguna familia sabía exactamente lo que iba a hacer.
– Apenas me enteré de que no tenía ningún dueño, y de que la familia que lo había encontrado no se podía quedar con el, entendí que se iba a venir conmigo.
Y eso fue lo que ocurrió. El perro, que le pusieron el nombre Rocky, se fue con Paul a la casa. Y hoy en día son inseparables.
– Me enteré de que podía adoptar a Rocky, y he estado muy feliz desde entonces, dice Paul Bryant.
Cuando Paul fue a recoger a Rocky al refugio claramente se notó que estos se la llevaban muy bien.
Hoy en día Rocky es un perro feliz, que tiene al mejor dueño que uno puede tener.
– Él siempre está a mi lado, y nunca sale de la habitación sin saber que estoy siguiendo, dice Paul.
Mira cuando Rocky y Paul se reencuentran:
[arve url=»https://www.facebook.com/NCFDSC/videos/2062702377363491/» /]
Paul no solo salvó a Rocky una vez sino dos veces. ¡Qué héroe! Te invitamos a compartir si piensas que esto es una historia inspiradora.