Ser joven significa explorar el mundo y conocer diferentes culturas y lugares. Algunos eligen quedarse en su país de origen, mientras que otros eligen hacer un viaje a países cálidos o realizar una actividad desafiante.
Amelia Milling, de 21 años, era sorda y no tenía miedo a los desafíos, así que decidió escalar un montaña en Alaska, en los Estados Unidos.
Pero algo salió mal y se quedó atrapada y sin apoyo a 90 metros de altitud en la montaña. El helicóptero que se utilizó en las tareas de rescate la encontró –pero quedaron en shock cuando se dieron cuenta de que ella no estaba sola.
Amelia MIlling de 21 años era una aventurera. Otros a su edad eligen hacer un viaje a países cálidos o se dedican a mirar sus móviles, pero ella pronto mostró un interés diferente.
Amelia decidió un día ir de senderismo durante tres días a Alaska, en EEUU. Al principio parecía que todo iba bien. Amelia, que es sorda, comenzó a escalar una montaña pequeña – y luego todo salió mal.
Se cayó escalando
Por alguna razón Amelia perdió el equilibrio y se cayó por la montaña. Se tropezó en el borde helado a 90 metros golpeándose con una piedra para luego seguir rodando hacia abajo otros 90 metros.
La joven se quedó en shock sentada y sola en plena montaña. Por suerte no se había hecho grandes heridas y podía andar, pero se encontró con un gran problema.
Como la caída había sido bastante grande, no tenía ni idea de donde estaba. Se encontraba perdida en un lugar que desconocía completamente y empezó a pensar en lo que iba a hacer. Pero muy pronto el corazón de Amelia iba a comenzar a latir.
De repente vio algo que parecía un lobo blanco. Amelia se asustó. No tenía ni idea de como los lobos actuaban ante las personas. Pero cuando el animal blanco se acercó, se dio cuenta de que tenía un collar.
Se encontró con el perro Nanook
Este husky blanco Nanook a menudo patrullaba por la montaña. En el collar del perro ponía «guía» y solía ayudar a las personas que se perdían en esta muy visitada montaña, guiándoles hacia el sendero.
Ahora Nanook había encontrado a Amelia, y tenía una tarea que realizar.
El perro ayudó a Amelia a regresar al sendero y se quedó con ella toda la noche, para que no estuviera sola.
Al día siguiente, Amelie intentó cruzar un gran río, pero las fuertes corrientes la arrastraron de nuevo a la superficie. Una vez más, Nanook aparecería en su ayuda, agarraría la correa de la mochila grande y la sacaría del agua fría del glaciar.
Ayuda en la montaña
Amelia había traído un transmisor GPS para poder avisar si ocurría algo, y ahora decidió utilizarlo.
La señal llegó a la estación más cercana, donde el servicio de rescate local pudo recogerla con un helicóptero y llevarla a un lugar seguro.
– El perro fue un auténtico héroe, dice el jefe de policía Eric Olsen a News.com.
– Él es la versión en Alaska de «Lassie».
Nanook fue el héroe del día. Su dueño no supo que había estado tan lejos.
Y parecía que no era la primera vez que el perro había ayudado a otras personas en situación de emergencia en la montaña.
Es un perro que tiene un gran corazón – lo que de nuevo prueba que el perro realmente es el mejor amigo del hombre.