Cuando encontraron a Sydney, las moscas lo estaban devorando. Estaba en los huesos, tenías terribles heridas y las patas paralizadas. No se podía mover.
Solo le quedaba encomendarse a Dios. Y Dios lo escuchó.
En la India, como en muchos otros países, son muchos los perros que viven en la calle, sobreviviendo como pueden y comiendo lo que encuentran entre la basura.
Sydney era uno de ellos. Cuando un miembro de la organización Animal Aid Unlimited lo encontró, estaba comido de moscas, sobre todo por la parte trasera, y no se podía mover.
Cuando la consiguieron levantar en brazos vieron el horrible estado de sus huesos.
Ya en la clínica de Animal Aid Unlimited vieron que tenía paralizadas sus patas traseras debido una enorme herida que le había causado una gran infección. La herida estaba abierta y daba miedo verla.
En la clínica curaron sus heridas y le dieron los cuidados necesarios para su lenta rehabilitación, con la esperanza de que volviera a caminar.
Dos semanas después, dio sus primeros pasos, con patas temblorosas.
Lentamente su hueso se fue curando. Pero los daños eran serios, y no podía dar un paso sin caerse.
Pero Sidney nunca se dio por vencido, y sus cuidadores tampoco…
Y ahora corre con alegría, moviendo su cola, y disfrutando de las caricias de sus cuidadores.
En este vídeo puedes ver el proceso de su recuperación. Las imágenes del inicio pueden resultar duras, pero el final casi me hace llorar, pero de felicidad.
¡Comparte su preciosa historia de esperanza!
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