Ya lo dijo su abuela: Letizia nació para ser reina. La reina española puede que no tenga la realeza en sus genes, pero se comporta como si por sus venas corriese la sangre más azul.
Ahora sabemos cuál es la amenaza de Letizia que tiene al rey Felipe en permanente preocupación.
Desde que habló por primera vez a los medios, tras la pedida oficial de mano, la reina Letizia dejó claro que a ella no la calla nadie, de hecho fue ella la que mandó llamar a su ahora marido, el Rey Felipe VI, cuando este la interrumpió.
Desde entonces se ganó ya la fama de mandona que la ha perseguido hasta hoy.
Durante la Semana Santa las cámaras grabaron cómo intentaba impedir que su suegra, la reina Sofía, se hiciese una foto con las niñas, y el escándalo estalló.
Y es que al parecer la doña Letizia controla al milímetro todo lo que tiene que ver con sus hijas, las infantas Leonor y Sofía, y ni siquiera permite a la abuela de las niñas, la reina Sofía, que las vea cuando quiera, cosa que tiene muy molesta a doña Sofía.
Ahora elEconomista cuenta que la periodista Pilar Eyre revela, en la revista Lecturas, que la reina ya le dejó las cosas muy claritas desde el principio a su esposo: «Yo no seré una mujer sufridora como tu madre. A la mínima, me largo».
La reina Letizia tiene muy claro que su voluntad no vale menos que la su familia con sangre real, y que antes de tener que aguantarlo todo, se va. Muchos la critican por ello y otros piensan que hace muy bien.
¿Qué opinan ustedes? ¿Era ya hora de que una persona normal se pusiese la corona y no se mostrase sumisa? ¿O debería mostrar más tolerancia con su familia política de la realeza y asumir lo que significa ser una reina al modo tradicional?
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