Para muchos estudiantes de instituto la fiesta de graduación es el momento cumbre. Marca el final de curso y también supone el inicio de la edad adulta y una nueva vida. Es un momento excitante que requiere mucha preparación: encontrar una cita, un traje, flores y demás.
Una estudiante que tenía muchas ganas de ir a la fiesta es Shannon Purcifer. Desafortunadamente, la joven de 16 años de Hampshire, Inglaterra, no logró ir después de que unos acosadores arruinaran su sueño.
Pero gracias a un poco de ayuda de unos amigos y extraños de gran corazón ella fue quien rió la última.
Para Shannon, de 16 años, la fiesta de graduación iba a ser un bonito final para el instituto. Los años de adolescencia de Shannon fueron duros. Ella padece varias enfermedades, incluyendo artrisis reumatoide, colitis ulcerosa (inflamación rectal intestinal) y además es celíaca.
Shannon eligió su vestido de graduación blanco con mucho esmero. Pero cuando llegó el gran día, prefirió quedarse en casa.
Los compañeros de Shannon la molestaron tanto sobre sus enfermedades que no quiso ir.
Su madre, Claire Carstens, escribió sobre el incidente en Facebook:
«Si Shannon hubiera ido al baile de graduación esta noche habría llevado este bello vestido. Gracias a los desagradables acosadores, Shannon decidió queno quería ir y mezclarse con la bazofia que la hizo sentir tan mal. Para una chica que tiene tanto con lo que lidiar en la vida…celíaca, con colitis ulcerosa y artritis reumatoide, es una joven muy fuerte con una mente todavía más fuerte.¡Te quiero chica!»
El post de la mamá de Shannon se hizo viral y pronto amigos, conocidos y extraños empezaron a portar fondos para Shannon. La idea era celebrar un baile de graduación especial para Shannon, donde amigos y conocidos pudieran celebrarlo con ella.
«No se trata de hablar mal de la escuela, pero la escuela realmente necesita solucionar el problema del bullying tan pronto como es consciente de ello. Esto va de demostrar a todos estos desagradables acosadores que no vencerán y también demostrar a todas las víctimas de bullying, que hay luz al final del túnel», explicó la mamá de Shannon.
La fiesta de graduación privada de Shannon tuvo lugar en el St. Vincent College y fue un gran éxito. Empezó con 120 motoristas de un club cercano llamado Gosport Scooter Club apareciendo en la casa de Shannon. Querían demostrarle su apoyo y escoltarla hasta la fiesta.
Cerca de 100 personas acudieron al baile de graduación, amigos y extraños. Juntos, organizaron una elegante fiesta con un bufet y bola disco en el techo incluída. ¡Fue una noche inolvidable!
El bullying puede afectar a cualquiera y desafortunadamente, Shannon no es la única que lo ha vivido. Pero esta historia demuestra que el bien siempre prevalece y los acosadores nunca ganan. ¡Comparte el artículo en facebook para recordárselo a tus amigos!