En los últimos años, las carreteras desiertas y las áreas de descanso se han covertido en puntos de actividad de estafadores.
La policía ha emitido varias advertencias sobre estos delincuentes que llevan a cabo sus negocios lejos de lugares concurridos, destacando los peligros potenciales de no estar alerta cuando aparecen este tipo de personas.
Sin embargo, hay algunos que acechan en lugares inesperados, con el objetivo de atacar a personas desprevenidas que se alejan de caminos más transitados. Es algo que Abby Sue y su hija vivieron a principios de junio, y ahora Abby quiere enviar una advertencia para que la gente esté prevenida en el futuro.
Fue a principios de junio cuando Abby Sue y su hija conducían por la autopista I-74 en Batesville, Indiana, en Estados Unidos. Decidieron detenerse en un lugar tranquilo para descansar e ir al baño. Poco sabían que las cosas no eran lo que parecía.
Cuando Abby Sue y su pequeña se dirigían a los baños, vieron a una mujer desconocida que les sonreía. La mujer se acercó y trató de hablar con la hija de Abby. Inmediatamente, Abby percibió una mala vibración. Tomó la mano de su hija y la condujo a los baños, hacia el último puesto.
«Oí a la señora entrar y estaba hablando con otra señora sobre nosotras, la oí decir: la niña pequeña», escribió Abby posteriormente en una publicación de Facebook.
Mal presentimiento
En ese punto Abby Sue estaba en alerta máxima, le dijo a su hija que no se iban a lavar las manos, y procedió a sacarla del baño. Cuando salieron vio a la extraña mujer otra vez.
«Cuando salimos, pasé junto a las dos mujeres y la que había visto al principio se había cambiado de ropa y comenzó a seguirnos dejando su bolso en el bao en el que estaba», cuenta Abby en su post.
«La otra mujer que estaba con ella probablemente medía 1,80. Luego fui corriendo hacia mi automóvil, arrojé a mi hija dentro y cerré las puertas».
Peligro al acecho
Una vez en su automóvil, Abby vio algo alarmante. Tres hombres estaban de pie junto a un minibús, con las puertas abiertas de par en par, como si esperaran algo… o a alguien.
«Llamamos al 911 e informamos, y tengo la terrible sensación de que si no hubiera estado al tanto de mi entorno, es posible que me arrebataran a mi hija. Vivimos en un mundo aterrador».
Abby se apresuró a compartir su historia en Facebook cuando llegó a casa, con la esperanza de evitar que cosas así sucedan en el futuro.
«¡Quería compartirlo para tratar de recordarles a todos que deben estar atentos a los que les rodea, aferrarse a sus hijos y mantenerse alejados de sus teléfonos para no distraerse!».
La publicación de Abby se ha compartido más de 80.000 veces en Facebook, por lo que solo podemos esperar que el mensaje se haya difundido.
Si Abby no hubiera estado tan atenta, esta historia podría haber terminado de manera muy diferente. Afortunadamente, ella fue rápida y confió en su instinto cuando le dijo que algo andaba mal.
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