Fue lo peor que podía haber pasado.
El amado esposo de Courtney Hills, Brian, había servido durante mucho tiempo como soldado en el ejército de los EE. UU. Había estado destinado en diferentes países, desde Irak hasta Kuwait y Afganistán, y a pesar de que había estado en muchas situaciones peligrosas a lo largo de los años, Brian siempre regresaba ileso.
Poco a poco comenzó a disminuir sus destinos y se tomó un descanso para centrarse en su familia. Había conseguido salir sano y salvo de situaciones muy difíciles en su duro trabajo y ahora podía finalmente construir una familia y tener un futuro juntos. Pero en febrero de 2016 ocurrió una tragedia.
Cuando Courtney Hill supo lo ocurrido su vida se vino abajo.
Brian había muerto en un trágico accidente de coche dejando solas a su amor Courtney y a la hija de la pareja Reagan.
Éstas se vieron obligadas a decir adiós a un maravilloso marido y un fantástico padre.
Antes de la muerte de Brian, la pareja había decidido ampliar la familia. La misma mañana que Brian murió habían hecho una prueba de embarazo – dando negativo.
Pero varios días más tarde Courtney realizó una segunda prueba de embarazo. En medio de la tristeza y organizando el entierro, le llegó una sorprendente noticia: estaba embarazada de nuevo.
Cuando tuvo lugar el entierro, Courtney se acercó al ataúd de Brian y le susurró: ”Amor vas a ser papá de nuevo» .
Los meses pasaban y Courtney trataba de canalizar su tristeza. Trataba de hacerlo lo mejor posible, buscando adaptarse a su nueva situación como madre sola.
De repente Courtney sintió fuertes dolores en el abdomen y temió sufrir un aborto, de manera que contactó inmediatamente con el ginecólogo.
Estaba preparada para lo peor….y entonces le dijeron algo que la sorprendió aún más. El ginecólogo podía ver en la ecografía dos niños y una niña – ¡Courtney esperaba trillizos!
”Me quedé sin habla. Estaba emocionada. Iba a tener tres sonrisas más que me recordarían a mi adorado Brian», comenta Courtney Hill en una entrevista con CBS Chicago.
Pero Courtney continuaría debatiéndose entre la esperanza y la desesperación.
A las 25 semanas de embarazo, ocurrió nuevamente una nueva tragedia. Los doctores descubrieron que a uno de los trillizos no se le oía el latido del corazón.
El corazón de Courtney nuevamente quedó devastado. Ya te habrás dado cuenta, esta es una historia en la que la alegría y la tristeza están estrechamente entrelazadas. En todo dolor, la luz generalmente tiene la capacidad de penetrar, y esto iba a ocurrir en el caso de Courtney.
El 21 de septiembre nacieron los dos bebés Miles y Harper. ¡Y eran unos bebés totalmente sanos!
”Muchos mellizos deben estar unas semanas en cuidados intensivos pero no en mi caso. Nos pudimos ir a casa al día siguiente. Hemos sufrido pero también hemos sido bendecidos con dos milagros», dice Courtney Hill.
Junto con su hija Reagan, Miles y Harper son el orgullo y la alegría de su madre Courtney. Ella no los llama mis mellizos – sino mis trillizos en recuerdo del hermano muerto.
Naturalmente echa de menos a su marido y a su hijo muerto, pero encuentra la fuerza en los que la rodean para velar y cuidar de su familia.
¡Está deseando educar a sus hijos y sabe que su padre Brian estaría orgulloso de todos ellos!
Courtney sabe por experiencia lo frágil que es la felicidad y por ello – ha aprendido a disfrutar de cada día con sus pequeños.
La familia no lo ha tenido fácil pero con la ayuda de los amigos y de la familia Courtney puede ver la luz en el futuro. Al mismo tiempo ella siempre honrará la memoria de su marido.
”Ellos siempre sabrán sobre su padre, como militar, como padre de familia….era un auténtico héroe. Brian era un hombre maravilloso, siempre dispuesto a ayudar a los demás. Era un padre y marido estupendo. Era perfecto» dice Courtney Hill.
Estoy impresionada por esta madre Courtney, ya que a pesar de todas las adversidades trata de ser positiva y disfruta de lo que la vida le ofrece. ¡Pon "me gusta" y comparte para desearle a Courtney y a su preciosa familia mucha suerte para el futuro!