La madre Tricia Seaman añoraba tener otro hijo.
Al mismo tiempo otra madre, Somers, buscaba una familia adoptiva para su hijo ya que a ella solo le quedaban cinco meses de vida.
Sería una historia de amor y de confiar el uno en el otro, pero de una manera increíble.
La enfermera Tricia Seaman, especializada en tumores, tenía una gran familia. Con tres hijas y un hijo, la mujer tenía bastantes hijos con los que compartir su amor, pero a pesar de ello, ella y su marido querían tener un quinto hijo. Deseaban realmente tener un niño para ampliar esta preciosa familia.
Pero debido a diferentes complicaciones esto no sería posible, y por eso decidieron adoptar, algo que sería el principio de una increíble historia.
Querían adoptar
Tricia y su marido rellenaron todos los papeles que las autoridades necesitaban para encontrar un chico que necesitara un hogar y que ellos pudieran adoptar.
Y habían encontrado un bebé de 18 meses que necesitaba una familia, pero por diferentes motivos no se pudo realizar la adopción.
Pero no perdieron la esperanza y continuaron buscando un hermano para sus cuatro hijos, al mismo tiempo que Tricia trabajaba como enfermera en el hospital. Y allí tuvo que cuidar a otra mujer también llamada Tricia.
El hecho de que las dos se llamaran Tricia no era en sí relevante. pero lo que si era increíble era que ambas tenían las mismas iniciales y las dos eran madres. Tricia Somers tenía cáncer y era madre soltera de un hijo de ocho años, Wesley.
Sus padres habían muerto y, sin ningún pariente cercano, no tenía nadie. Estaba sola con su hijo.
Decisión emotiva
Tras tres semanas juntas las dos Tricias habían creado un fuerte vínculo. Unas semanas más tarde Tricia la enfermera visitó a la otra Tricia con una noticia terrible.
El cáncer de Tricia se había extendido y solo le quedaban unos meses de vida. Y entonces fue cuando hizo una pregunta que lo iba a cambiar todo.
Tricia preguntó si la enfermera y su marido podían cuidar y educar a su hijo. Tricia apenas podía creer lo que oía, pero se daba cuenta de que el niño necesitaba una familia en la que poder crecer. Así lo quería el destino.
– Perdí la respiración, me sentí tan honrada. Le pedí que orara y pensara en ello, cuenta la enfermera Trizia a USA Today.
Se despidió de su madre – y fue adoptado
Sabían que no les quedaba mucho tiempo. Tricia y su hijo fueron invitados a la casa de la otra Tricia para que conocieran a su familia, y los niños enseguida tuvieron una muy buena relación.
Wesley se sentía cómodo y querido en esa nueva casa y los padres decidieron que iban a adoptar al chico. También insistieron en que Tricia y su hijo vivieran con ellos los últimos meses que le quedaban de vida. La cuidaron en el último tramo de su enfermedad hasta que ella se despidió de su hijo y del resto de la familia adoptiva.
Wesley pudo decir adiós a su madre, y además encontró una nueva familia que le iba a querer y a cuidar.
Se siente muy bien con su nuevos padres adoptivos y sus nuevos cuatro hermanos – nadie olvidará esta increíble historia de estas dos mujeres con el mismo nombre Tricia. Dos mujeres que hicieron todo para que su hijo tuviera todo el amor que podían darle.
La historia de las dos Tricia me ha llegado directamente al corazón. Si a ti también te ha emocionado esta historia, compártela con tus amigos para que puedan leer sobre estas dos fantásticas mujeres.
