Siempre hay riesgos a la hora de tener un bebé y cuando nace tu hijo piensas que es un milagro. Nadie lo sabe mejor que los padres de Isabelle y Abby Carlsen.
Estas dos hermosas niñas nacieron hace más de una década como siamesas: unidas por pecho y el abdomen, con un hígado compartido, un intestino delgado y dos corazones entrelazados.
Eran bebés milagro y los ojos del mundo estaban sobre ellas cuando nacieron en la Clínica Mayo en Rochester, en Estados Unidos. Pero sus padres tuvieron que tomar una difícil decisión ya que los cirujanos se prepararon para llevar a cabo la delicada operación para separarlas.
Los padres enfrentaron la pesada carga de su miedo y la preocupación por la operación de sus hijas. En el momento de la separación de las siamesas, el 60 por ciento de estos procedimientos resultaban en muertes, según el Star Tribune.
El 12 de mayo de 2006, un equipo de 17 cirujanos realizó la delicada operación, que duró 12 horas, y tuvo muchos momentos de pánico, especialmente cuando llegó el momento de cortar el hígado que compartían.
La espera de la familia fue larga, pero afortunadamente todo salió según lo planeado y las dos niñas sobrevivieron, aunque tuvieron que pasar los primeros seis meses de su vida en un hospital.
Una década después, no cuesta creer que las dos niñas una vez estuvieron unidas; ¡Están estupendas! Hoy en día, Isabelle y Abby apenas lo pueden creer cuando ven sus fotos como siamesas.
«Todas las noches nos miramos en el espejo de nuestra habitación y nos preguntamos, ¿cómo nos confunde la gente?» Abby dijo, reporta CBS News.
Hoy en día, son niñas divertidas, entusiastas de la gimnasia, amigas con todos y académicamente avanzadas, según una entrevista con su maestra Tiffany Moos.
Aunque ambas son muy independientes, a veces caminan juntas agarradas de la mano.
Estas dos hermosas chicas son un milagro, hizo falta un increíble equipo de cirujanos para completar esta operación con éxito.
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