El fotoperiodista GMB Akash está conmoviendo a gente de todo el mundo gracias a un post que escribió en Facebook.
En el cuenta la historia de un pobre padre que trabaja duro para que sus hijas puedan ir a la escuela. Algo que él nunca tuvo la oportunidad de hacer.
El padre, llamado Idris, dice: «Nunca les conté a mis hijas cuál es mi trabajo. Nunca quise que se sintieran avergonzadas de mí. Cuando mi hija menor me preguntó que hacía, solía decirle con dudas que era un obrero».
Pero esto distaba de la verdad.
Aquí está la historia del padre:
Nunca le dije a mis hijas de qué trabajaba. Nunca quise que se sintieran avergonzadas de mí. Cuando mi hija menor me preguntaba qué hacía, solía decirle con dudas que era un obrero.
Antes de volver a casa cada día, solía lavarme en baños públicos para que no tuvieran pistas sobre el trabajo que estaba haciendo. Quería enviar a mis hijas a la escuela, educarlas. Quería que destacaran frente a otras personas con dignidad. No quería que nadie las mirara mal como todos hacían conmigo. La gente siempre me humillaba.
Invertí cada penique de mi sueldo para la educación de mis hijas. Nunca me compré una nueva camisa, en lugar de eso usaba el dinero para comprarles libros.
Respeto, eso es todo lo que quería que consiguieran de mí. Yo era un limpiador.
El día antes de la última fecha para la admisión de mi hija para la universidad, no pude conseguir el dinero para su matrícula. No pude trabajar ese día. Estaba sentado junto a la basura, tratando de ocultar mis lágrimas.
Todos mis compañeros de trabajo me miraban, pero ninguno vino a hablarme. Había fallado y se me rompía el corazón.
No tenía ni idea de cómo enfrentar a mi hija que me pediría el dinero de la matrícula cuando volviera a casa.
Nací pobre. Creía que nada bueno puede pasarle a alguien pobre. Después del trabajo todos los limpiadores vinieron a mí, se sentaron al lado y preguntaron si les consideraba hermanos. Antes de que pudiera contestar, me entregaron el sueldo de un día.
Cuando traté de rechazarlo; me confrontaron diciendo: «Nos moriremos de hambre hoy si es necesario pero tu hija debe ir a la universidad».
No pude contestarles. Aquel día no me duché, fui a casa como un limpiador.
Mi hija va a terminar la Universidad muy pronto. Tres de ellas no me dejan ir más a trabajar. Ella tiene un trabajo a tiempo parcial y tres de ellas hacen tutorías. Pero a menudo me lleva a mi lugar de trabajo. Da comida a todos mis colegas además de a mí.
Ellos se ríen y preguntan porqué ella les alimenta tan a menudo. Mi hija les dijo: «todos ustedes se murieron de hambre aquel día para que yo pudiera convertirme en lo que soy hoy, recen por mí porque pueda alimentarles a todos, cada día».
Hoy en día no me siento como un pobre hombre. Alguien con unos hijos así cómo puede ser pobre.
– Idris
A veces olvidamos los sacrificios que nuestros padres hacen por nosotros. Este padre ha hecho tanto por sus hijas por puro amor incondicional.
Espero que nuestros adorados padres, y este padre, reciba el agradecimiento y reconocimiento que merecen.
Comparte esta historia para que más gente pueda conmoverse con las hermosas palabras de este papá.