El 26 de febrero el año 2002 la pareja Erik y Jake por fin pudieron conocer a sus gemelas por primera vez.
Que la vida no iba a volver a ser la misma ya lo sabían, pero no sabían que esto iba a ser a causa de unas inesperadas circunstancias. Resulta que sus gemelas nacieron como siameses.
Las niñas, que tuvieron los nombre Kendra y Maliyah Herrin, tenían sus cuerpos unidos y compartían vejiga, hígado y riñón, lo cual era el mayor problema. Los médicos llamaban su condición Ischiopagus.
Cuando las niñas empezaron a crecer Erin y Jake se enfrentaron al difícil dilema – o iban a dejar a las niñas crecer en el mismo cuerpo, o iban a dejar que se sometieran a una cirugía de alto riesgo.
Cirugía de alto riesgo
Una separación exitosa daba una mayor probabilidad de supervivencia cuando fueran mayores, pero la cirugía en sí misma implicaba el riesgo de perder a una o a ambas hijas.
Pero Kendra y Maliyah Herrin ya han desafiado las probabilidades con solo llegar al mundo, y los padres decidieron ver su fuerza.
Después de varias pruebas y exámenes, los médicos decidieron que una posible cirugía significaría que Kendra se quedaba con los riñones y Maliyah se sometería a un trasplante.
Dado que los trasplantes de riñón se consideraban prácticamente imposibles en los bebés, Kendra y Maliyah tendrían que esperar hasta que tuvieran cuatro años para someterse a una cirugía.
Y así fue.
El 7 de agosto de 2006 seis cirujanos de mucha experiencia trabajaron con la cirugía para separar a las niñas.
Hoy en día las niñas tienen 18 años, y viven su vida como jovencitas separadas.
Claro que hacen casi todo juntas, a pesar de todo son gemelas, y mejores amigas.
Juntas tienen un canal de Youtube y una página de Facebook donde comparten lo que pasa en su vida.
Estas niñas nos muestran que todos es posible. El cuerpo humano realmente es increíble. Te invitamos a compartir para que más personas puedan conocer su historia.