Las personalidades de los miembros de una familia pueden variar mucho. Por lo general, uno de los padres es el responsable, mientras que el otro es más relajado, un niño es amable y tranquilo – ¡y otro es un pequeño demonio!
El niño travieso de la familia es probablemente él más difícil de tratar y requiere mucha atención. Cuando no se le presta dicha atención, tanto los hermanos como los padres sufren las consecuencias de sus bromas.
Por supuesto, no puedes saber cómo van a ser tus hijos, pero si tienes más de un hijo, normalmente un niño es más llevadero y fácil de tratar y otro es un pequeño rebelde que te lleva al límite.
El segundo hijo es el peor
Un nuevo estudio nos muestra que el segundo hijo tiene un 40% más de probabilidades de ser el pequeño demonio de la familia.
Los investigadores realizaron un estudio en Massachusets Institute of Technology. Los resultados mostraron que el segundo hijo exhibía comportamientos como bromas, enfados y comportamientos que llevaban al límite a sus padres y hermanos.
Fuertes vínculos con sus padres
Los investigadores vieron que el primer hijo suele tener un vínculo más fuerte con los padres. En parte porque es el primer hijo y en parte porque es el mayor y ha pasado más tiempo solo con sus padres.
El segundo hijo, por lo tanto, necesita más necesidad de atención y no cesará hasta conseguirla.
Por supuesto, siempre deberás tomarte este estudio con precaución. ¡Pero no obstante tiene toda su lógica!
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