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La vida es frágil y puede cambiar rápidamente.
Es un recordatorio que a veces hay que tener en cuenta. Un suceso individual puede echar por tierra toda una existencia y convertir la felicidad y la alegría en una gran oscuridad infinita.
Y esto es lo que le ocurrió a Matt Logelin.
Ocurrió en marzo del 2008. Acababa de ser padre y flotaba en una nube de felicidad.
Y entonces ocurrió la desgracia.
En tan solo 27 horas cambió todo de repente. Y se encontró con el peor momento de su vida. Pero todo dio un giro inesperado cuando se sentó delante del ordenador una hora más tarde.
Se conocieron en el instituto, Matt y Liz. La relación maduró hasta convertirse en el amor de su vida. Era como un cuento de hadas. Siguieron juntos tras sus años de estudio y un día decidieron que era el momento de pasar por el altar y casarse, tras estar juntos ocho años.
Y en poco tiempo Liz se quedó embarazada. ¡Mira que feliz era!
Sus familias vivían y diferentes sitios así que Liz decidió comenzar un blog donde escribía sobre su embarazo. Así de una manera sencilla los mantenía a todos informados. El blog era muy popular en ese momento, hace 10 años.
El embarazo no fue fácil. Liz sufrió complicaciones y tuvo que ser ingresada en el hospital. A través del blog, sus parientes y amigos preocupados estaban al corriente del todo.
En marzo del 2008 llegó el día de dar a luz. La pequeña Madeline nació con siete semanas de antelación mediante cesárea.
La alegría de los padres no se podía describir con palabras. El sueño se había hecho realidad – habían sido padres. Y ahora comenzaba un nuevo capítulo en su vida. ¡Mira al orgulloso padre cuando tomó a Madeline en sus brazos!
Pero como mencionamos al principio, la vida se transformó en la peor pesadilla. Liz pudo ver a su bebé tan solo un momento – porque fue recomendada descansar 24 horas después del parto. A la mañana siguiente podría ver a Matt y a su pequeña Madeleine de nuevo.
Liz se levantó, comenzó a sentirse mal y de repente colapsó en el suelo.
Liz falleció 27 horas después del parto.
Murió de una embolia pulmonar masiva (LE).
Para el padre Matt, el dolor era indescriptible.
Tan solo unas horas antes, la vida le sonreía con la mayor de las alegrías y unas horas más tarde se producía una desgarradora pérdida. El dolor era enorme.
El padre tenía una necesidad desesperada de expresar sus sentimientos. Y en ese momento sintió instintivamente que debía mirar en el ordenador de Liz.
Abrió el ordenador y comenzó a leer el blog de su mujer contando su embarazo y él mismo empezó a escribir.
Y escribió, escribió y escribió.
En ese mismo sitio su amada Liz había escrito hacía tiempo y contado su embarazo. Y allí mismo Matt sintió algo de alivio contando todo lo que tenía dentro. Sus sentimientos, su vida como viudo y padre de su hija.
El blog fue el espejo de todo el proceso de Matt tras el trágico accidente.
Honesto, abierto, doloroso.
Pronto el blog de Matt comenzó a difundirse incluso fuera del círculo de conocidos, contando como era continuar una vida tras una tragedia enorme.
Y tan solo unos meses después tenía 40 000 seguidores al día. Y ello aumentó vertiginosamente.
Sus lectores, gente que Matt jamás había conocido, se convirtieron en una familia extra para él. Incluso ellos compartieron todos aquellos posibles consejos que ayudaran a Matt a seguir en este difícil momento, como padre y como viudo.
– Nunca hubiera jamas soñado que la gente me diera consejos, y que incluso me ayudaran en todo el proceso, cuenta Matt.
Los consejos podían ser variados, por ejemplo, le explicaban que debería pensar un padre que viaja solo con un bebé.
– Me ayudaban cada día. Yo quiero que Madeline en un futuro, dentro de 20 años, piense «ohh» ¿cómo consiguió seguir adelante con todo esto?, dice Matt y sigue:
– Quiero que Madeline tenga la vida que Liz hubiera deseado para ella. Ella significa todo para mi, ella es la única que me interesa en la vida ahora mismo.
Matt participó en el programa de televisión de Rachel Ray y fue una entrevista muy emotiva.
En el siguiente vídeo puedes ver el programa:
¡Se trata de un trágico destino, pero estoy contenta de que Madeline tenga un padre tan maravilloso como Matt!
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