Aproximadamente una de cada cinco parejas, en algún momento de sus vidas, experimentará dificultades para concebir.
Para muchos, es un momento extremadamente difícil y estresante, pero la paciencia y la determinación pueden valer la pena.
Desiree y Ryan Fortin esperaron pacientemente durante muchos años antes de que, finalmente, la pareja recurriera a la fecundación in vitro. Rezaron a Dios para que les ayudara a quedar embarazados.
No mucho después del tratamiento de FIV, finalmente recibieron el mensaje de que Desiree estaba embarazada. Pero la pareja no estaba preparada para que había en el vientre de Desiree …
Desiree y Ryan Fortin eran novios desde la universidad y se casaron felizmente en 2009.
Durante mucho tiempo lucharon por concebir, sin resultado. Lo intentaron durante tres largos y dolorosos años antes de finalmente recurrir a la fecundación in vitro.
Los médicos diagnosticaron a Desiree con síndrome de ovario poliquístico, hipotiroidismo y baja progesterona, por lo que finalmente decidieron recurrir a la fecundación in vitro.
«No era solo que no podía quedar embarazada», escribió sobre esos años difíciles. “[La infertilidad] me trajo más lágrimas de las que nunca pensé que podría derramar… Me tumbé en el suelo del baño en completo vacío después de innumerables pruebas negativas de embarazo una y otra vez. Tuve que soportar inyecciones, hematomas y todo tipo de medicamentos porque cuando eres infértil y buscas ayuda para un tratamiento de fertilidad, eso es lo que te espera. [Es] caro y agotador física, emocional y mentalmente».
Podemos entender que Desiree y Ryan se sintiesen extasiados en el momento en el que finalmente les dijeron que su primer tratamiento de FIV había funcionado.
Y cuando vieron las imágenes de la ecografía, no podían creerlo, ¡no había sino uno sino tres bebés! Resultó que la pareja esperaba trillizos.
Pero la lucha no había terminado para Desiree y su familia.
Aunque finalmente se había quedado embarazada, los médicos le advirtieron de que no podría llevar a todos los bebés a término».
«Estaba demasiado delgada, demasiado baja, y era mi primer embarazo», recuerda que le dijeron. «Sin embargo, mi esperanza demostró que estaban equivocados».
Los trillizos de Fortin nacieron en el verano de 2015. Desiree dio a luz a las 34 semanas y un día, por cesárea.
La pareja estaba en el cielo con sus bebés Sawyer, Jack y Charlize, que pesaron algo más de 2 kilos cada uno.
«Nunca olvidaré mi día de parto. Como todas las cosas relacionadas con la paternidad, hubo giros inesperados. Después de que nacieran os trillizos, Ryan los acompañó a la unidad de cuidados intensivos neonatales y llegó la recuperación”, dijo Desiree a Today.
Desiree tuvo algunas complicaciones y sangrados que requerían cirugía de urgencia, por lo que no pudo ver a sus preciosos hijos de inmediato.
Pero Ryan se los mostró por video llamada para que la nueva madre pudiera ver a sus pequeños milagros. Después de dos semanas en la unidad de cuidados intensivos, los tres bebés pudieron irse a casa y comenzar su vida.
Llegar en casa con tres bebés fue un gran regalo para Ryan y Desiree.
“Hemos sido bendecidos, pero la crianza de los hijos también es un trabajo duro con la mayor de las responsabilidades: cuidar a pequeñas personitas. Nuestros bebés tienen reflujo severo y cólico, por triplicado. Entrar en una rutina es difícil, como lo es mantener su relación entre bebés que lloran, noches sin dormir y una nueva rutina”, contó Desiree.
Hoy, los trillizos tienen 4 años y toda la familia parece estar muy bien ¡¡y va aumentar!!
Desiree está embarazada, así que pronto serán seis.
Puedes seguir su vida y aventuras en la página de Instagram de Desiree, donde tiene 150.000 seguidores.
«Nunca imaginé que Dios usaría nuestra historia para llegar a tanta gente. Ha sido una experiencia increíble”, dice ella.
Preciosa familia.
¡Gracias por compartir tu historia y tu vida, Desiree, realmente espero que puedas ayudar a otras parejas que están pasando un mal momento y que luchan contra la infertilidad! ¡Comparte su inspiradora historia!