April Tinsley desapareció en 1988, tenía solo 8 años. La última vez que la vieron viva fue cuando iba a de camino a casa con un amigo, en Indiana (Estados Unidos), según cuenta Clarín.
Tres días más tarde fue encontrada muerta en una zanja con muestras evidentes de que había sido violada.
30 años después, la familia recibe una llamada de la policía que los deja sin habla.
Esta es la pequeña April Tinsley. Tenía solo 8 años cuando la violaron y la mataron. Es incomprensible cómo puede haber personas capaces de tanta crueldad.
El asesino dejó su cuerpo sin vida en una zanja. Cuando la encontraron habían pasado tres días desde la última vez que la habían visto viva, cuando iba de camino a casa con un amigo.
Dos años después, el asesino dejó una terrible confesión en una pared: “Yo maté a April Tinsley. ¿Encontraron el otro zapato? Ja, ja, volveré a matar”.
En los años siguientes la policía siguió no dejó de buscar al asesino, pero sin gran resultado. Pero en 2004 llegó una pista.
El asesino dejó, en las bicicletas de unas niñas de Fort Wayne, mensajes dentro de bolsas con preservativos usados y fotos de fotografías de genitales. Según el FBI los mensajes decías:
“Hola, cariño. Te he estado observando. Soy la misma persona que violó y mató a April Tinsely. Eres mi próxima víctima”.
El ADN que la policía encontró en los condones coincidía con el que había en la ropa de April. Tras cruzar los datos, redujeron la lista de sospechosos a dos hombres de Fort Wayne.
La base de datos de genealogía reducía la círculo a dos asesinos, según publica Clarín. Uno de ellos era John Miller.
La policía le siguió entonces la pista y analizaron tres preservativos de su basura. La muestra de ADN coincidió con el de las notas encontradas en las bicis de las niñas.
Cuando la policía detuvo a Miller le preguntaron si sabía por qué iba a ser detenido. Él no lo dudó y respondió friamente: “por April Tinsley”.
Los avances de la ciencia logran maravillas. 30 años después de la trágica muerte de April, su familia ha podido, por fin, encontrar respuestas, gracias a un análisis de ADN.
La familia abandonó Fort Wayne en 1991 pero regresó hace cinco años. Imaginamos lo duro que ha tenido que ser todo para ellos, pero ahora al menos tienen el consuelo de saber que el monstruo que violó y mató a su hijo va a recibir su merecido.
Comparto para enviar todo mi ánimo y cariño a la familia. April seguro que los cuida desde le cielo.
