Muchos de nosotros vivimos como si fuéramos inmortales ajenos a que esa percepcion es totalmente equivocada. Ninguno sabemos cuánto tiempo nos queda de vida y debemos aprovechar hasta el último segundo sacándole el máximo partido.
Uno de los momentos más felices en la vida es cuando llega una nueva vida, un nuevo miembro de la familia que la enriquecerá y llenará de felicidad. Pero para la familia Aulger de Texas, en Estados Unidos, el nacimiento de su hija en 2012 fue una experiencia agridulce.
Según informó el diario británico Daily Mail, antes de dar a luz, Diane Aulger, de 31 años, recibió la noticia de que a su marido Mark, de 52, le quedaba una semana de vida.
Los pulmones estaban graves
Su marido había estado batallando contra el cáncer en los últimos meses y fue sometido a ocho meses de quimioterapia. Los médicos eran optimistas, el tumor había desaparecido. Sin embargo, el tratamiento había dañado gravemente sus pulmones y Mark fue ingresado de urgencia con dificultades para respirar.
En medio del dolor ante semejante noticia, Diane tuvo el coraje de adelantar dos semanas su parto para dar a su compañero la oportunidad de conocer a su hija antes de morir.
Savannah nació un 18 de enero y Mark Aulger fue el primero en sostenerla durante 45 minutos. Al día siguiente, tan sólo fue capaz de hacerlo por un minuto antes de entrar en coma, escribe ABC News.
Foto familiar
La única foto al completo de la familia es esta que tomaron con Mark en la cama del hospital el día del nacimiento de Savannah.
La familia nunca olvidará a este hombre que se fue demasiado pronto. Nunca entenderemos por qué la vida nos somete a este tipo de pruebas, pero esperamos que Diane y sus cinco hjios hayan podido salir adelante. Por favor, comparte para demostrar toda tu solidaridad con la familia, nuestros pensamientos están con ellos.