Nene necesita estar conectado a máquina para vivir – luego el terrible fallo eléctrico lo mata

Cuidar a un hijo enfermo es siempre la prioridad de una madre. Así que para Mariana ver cómo la vida de su hijo se escapaba por un corte de electricidad, ha tenido que ser la peor de las pesadillas.

Y que la empresa de luz haya permitido que estoy ocurriera, no tiene nombre.

Cuando Valentino Ladislao tenía 2 años sufrió un terrible accidente. Su hermana pateó una ventana y un trozo de vidrio se le incrustó en el corazón. Esto le provocó una obstrucción en un ventrículo y como consecuencia sufre desde entonces parálisis cerebral.

Desde entonces, Valentino necesitaba, para vivir, estar conectado a un concentrador de oxígeno, según cuenta Clarín. Esto lo convirtió en electrodependiente, es decir, que para vivir tenía que estar siempre conectado a máquinas conectado a electricidad.

Valentino
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Tenerlo conectado era muy caro pero desconectarlo era imposible, así que las facturas se fueron acumulando.

“A las 7 de la mañana del lunes se fue la luz. Yo me acerqué a una cuadrilla que se encontraba en la esquina de mi casa. Me dijeron que estaban haciendo unos arreglos y que iba a estar cortado hasta las 19. Les dije que tenía un nene electrodependiente, que necesitaba electricidad”, cuenta a Clarín Mariana Medina, de 32 años y madre de Valentino.

Esta madre argentina cuenta que llamó varias veces a la compañía: “Primero con mi número de cliente pero, como debía más de 60 mil pesos, me contestaban que no me podían dar información sobre el corte porque era deudora. Yo avisé que tenía un nene electrodependiente, que sin luz se podía morir. También llamé con el número de cliente de mi abuela, de mi tío y hasta de un vecino, pero no logré nada”, cuenta Mariana según Clarín.

La empresa Edesur de electricidad asegura que se trató de una interrupción programada en la zona y que ellos no tenían registro de que allí había un niño que necesitase de la electricidad para vivir.

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Esta desesperada madre descartó la opción de llevarlo al hospital porque sabía que había un brote de bronquiolitis y no quería exponer a su hijo, y tenía la esperanza de que, como le dijeron, la electricidad volviese a las 7 de la tarde. Pero no fue así.

Viendo que era la hora y la luz no volvía, el padre de Valentino se acercó para intentar arreglar un grupo electrógeno que le habían donado hacía un tiempo, pero que no funcionaba.

“Alrededor de las 20.40, pudimos prenderlo y ahí lo aspiré. Pero fue tarde. A las 21.10 dejó de respirar”, relata Mariana.

“No era la primera vez que nos cortaban la luz por muchas horas. En las otras ocasiones, Valentino había aguantado. Esta vez, no lo logró”, cuenta Mariana desolada.

Ahora, por un puro y estúpido trámite, Valentino ha dejado este mundo. Una tragedia que no puede volver a repetirse. Un corte eléctrico y unas facturas sin pagar no pueden acabar con la vida de un niño inocente. Comparte para que nadie más tenga que sufrir por algo así y tomen las medidas necesarias en casos de vida o muerte como este.