102 años no es nada. Y sino pregúntaselo a este maravilloso anciano que adora nadar, y lo hace con mucho estilo.
Este maravilloso anciano es un ejemplo estupendo de que nos demuestra que la edad es solo un número. Vive una vida muy activa y le encanta hacer interesantes excursiones. En su 102 cumpleaños, su nieto lo invitó a una excursión por el lago. Navegaron mar adentro y, cuando llegaron a buen lugar, llegó el momento de nadar. Su nieto quería lanzarse al agua y su abuelo no iba a ser menos…
El hombre de 102 años se sentó y observó cómo su nieto chapoteaba en el agua. Parecía divertido. ¿Y por qué no hacerlo él también? Pero no quería hacer nada a medias tintas y tirarse despacio.
No. ¡Iba a nadar como Dios manda!
Dicho y hecho, el hombre decidió tirarse al agua, ante el temor de los presentes, excepto de su nieto.
El abuelo recibió la ayuda de su nieto y después se zambulló en el agua como un auténtico profesional.
Tiene 102 años pero no hay ninguna duda de que sabe perfectamente cómo disfrutar la vida. Cuando tenga 102 años espero poder zambullirme y nadar con tanto estilo como él.
Aquí puedes ver el increible salto de este hombre de 102 años.