Comprar un vehículo de segunda mano siempre está bien. Pero como en una casa, el dueño del vehículo guarda muchos recuerdos en él. Y eso puede hacerle difícil su venta.
Kevin Duke quería sorprender a su hija el día que cumplía 16 años. Le iba a comprar un auto – y encontró justo uno a su gusto.
Pero cuando comprobó el automóvil después de comprarlo, encontró una carta en la guantera. Estaba dirigida a Kevin y al leerla le hizo llorar.
Comprar un vehículo de segunda mano siempre está bien. Pero como en una casa, el dueño del vehículo guarda muchos recuerdos en él. Y eso puede hacerle difícil su venta.
Kevin Duke quería sorprender a su hija el día que cumplía 16 años. Le iba a comprar un auto – y encontró justo uno a su gusto.
Pero cuando comprobó el automóvil después de comprarlo, encontró una carta en la guantera. Estaba dirigida a Kevin y al leerla le hizo llorar.
Kevin quería sorprender a su hija al cumplir 16 años, comprándole un auto (en EEUU es legal conducir a partir de los 16 años). Estuvo revisando un montón de anuncios de vehículos hasta que al final encontró un Ford color plata que estaba en buenas condiciones y funcionaba bien.
Compró el automóvil a su hija
Compró el auto a una mujer llamada Sabrina Archey y lo condujo hasta casa. Pero cuando revisó el automóvil resultó que la dueña anterior no lo había limpiado con propiedad. Al menos así lo pensó Kevin al encontrar una carta que iba dirigida a él.
La carta estaba escrita por Sabrina y el contenido hizo que Kevin llorara.
Una carta emotiva
Parece que la dueña anterior había perdido a su madre, a su tía y a su hija de seis años en un incendio en la casa. Los enormes costes del entierro le habían obligado a vender el automóvil.
Sabrina escribió que el auto le había proporcionado alegría en momentos duros y tenía un lugar muy especial en su corazón. Espera que ahora el nuevo dueño cuidara bien del vehículo.
«Este automóvil tiene recuerdos muy especiales para mi. Mi casa y todos han desaparecido, lo único que me quedaba era este auto. Por una confusión con todos los papeles, el auto no se pudo pagar con la compañía de seguros. Estoy muy enfadada. He perdido a mi familia, mi casa y ahora el último vínculo que tenía con mi madre y mi hija, y nada ha sido culpa mía» escribe Sabrina en la carta.
«No sé si lo puedes ver pero quizás haya una mancha de polvo en la delantera. MI hija y yo solíamos fingir que nos íbamos de aventura cuando estábamos en la carretera. Ella siempre se sentaba con los pies hacia arriba, apoyados allí. La marca en el asiento del conductor es de cuando mi hija aprendió a montar en bicicleta y se chocó, unos meses antes de morir»
Quería ayudar a Sabrina
Sabrina le escribió a Kevin que si alguna vez pensaba en vender a Sylvia, que se pusiera en contacto con ella. Ahora en estos momentos no podía comprarlo pero esperaba que alguna vez en un futuro las cosas mejoraran en su vida.
Kevin se emocionó con esa preciosa carta. Quería realmente que Sabrina se quedara con su automóvil. Y junto con una persona llamada Tammi Warrington comenzó una campaña para recaudar fondos e intentar que Sylvia pudiera volver con su antigua dueña..
Hicieron cuentas y vieron que necesitaban alrededor de 12 000 dólares para cubrir todo, un automóvil nuevo para él, y pagar varios impuestos así Sabrina no se viera afectada económicamente.
Devolvió el automóvil
Un canal de televisión se puso en contacto con Kevin y al final pudieron devolverle a Sabrina su vehículo. A la hija le regalaron otro auto – y todo terminó bien.
Gracias al lindo gesto de Kevin, Sabrina recuperó su automóvil que era para ella mucho más que cuatro neumáticos y un volante. Era como un miembro de su familia, que volvía a casa.
