Un embarazo es siempre algo fascinante, darle la bienvenida a una nueva vida es de lo más lindo que uno puede hacer. Pero muchas veces pueden ocurrir escenas dramáticas cuando nacen los bebés, y pero eso muchas mujeres se preocupan antes de que llegue el momento cuando van a dar a luz.
Justamente eso fue lo que ocurrió con esta mujer de Rusia de 31 años. Ella le tenía mucho miedo al los hospitales y por eso se negó a ir dónde un médico o donde una matrona durante su embarazo.
Pero cuando la mujer se pasó de tiempo y el bebé no nacía la mujer se empezó a preocupar. Al final sintió que tenía que ir al hospital… y allá los médicos decubrieron algo que los dejó en shock.
Advertimos de que el artículo contiene imágenes que pueden herir sensibilidades.
Fue durante la primavera del año pasado que la mujer entró al hospital en el este de Sibiria, Rusia.
La mujer no confiaba en los hospitales y por eso no había ido antes. No había ido a ninguna ecografía ni a ningún control de rutina. No había hablando con ningún médico.
Pero ahora estaba en la semana 41 del embarazo – y el bebé aún no había nacido. Por eso sintió que tenía que atreverse a ir al hospital, para asegurarse de que su bebé estuviera bien.
Pero en el hospital los médicos iban a descubrir algo aterrador. El niño no estaba en el útero de la madre, sino en la cavidad abdominal, que es lo que se llama un embarazo ectópico, en el que el óvulo fecundado se adhiere a otra parte del cuerpo (como las trompas de falopio) en lugar de al útero. Esta condición es muy inusual.
Tan pronto como lo descubrieron, prepararon la sala de operación. La cirugía era de alto riesgo tanto para el niño como para la madre, solamente hay alrededor de 12 casos donde la madre y el bebé han sobrevivido.
Tenían que hacer una cesárea para sacar al bebé. Pero esto también era de alto riesgo, porque extraer la placenta conlleva un gran riesgo de que la madre sufra una gran hemorragia.
La operación se tardó más de dos horas.
Pero por fin los médicos pudieron ver el milagro con sus propios ojos. Cuando sacaron a la niña no solo respiraba – ¡estaba perfecta y pesaba más de 4 kilos!
Fue un nacimiento increíble. ¡Según los médicos la probabilidad de que sobreviviera era 1 entre 625 millones!
La madre estaba tan orgullosa que decidió llamarla Verónica, que significa mujer victoriosa.
En una entrevista después del parto la madre contó que si volviese a quedar embarazada haría todas las revisiones y consultas en el centro médico. La actuación de los médicos le hizo darse cuenta de que el sistema de salud funciona.
Mira un vídeo sobre el suceso aquí:
