Cuando Makenzie y Steven Schultz celebraron su sexto aniversario de boda, salieron a comer sushi a un restaurante local en Cedar Rapids, Ohio, Estados Unidos.
Por desgracia para la pareja, muchas otras personas decidieron también cenar al mismo tiempo, allí.
La pareja tuvo que esperar 20 minutos para conseguir un vaso de agua, y pasaron otros 40 minutos antes de que le llegara el primer plato.
Podrían haberse quejado y haberse ido, pero decidieron hacer algo muy inspirador.
Porque según el dicho, «las palabras amables pueden ser cortas y fáciles de decir, pero sus ecos son realmente infinitos».
Steven y Makenzie Schultz son padres orgullosos de dos adorables gemelos además son dos responsables trabajadores.
Cualquiera estaría de acuerdo en que esta encantadora pareja se merece una noche especial de vez en cuando.
Pero esa noche resultó ser catastrófica y los Schultzes decidieron hacer algo totalmente inesperado.
Te puedes imaginar lo que era esperar una comida en ese restaurante: estresante, molesto e interminable.
Podrían simplemente haber pedido hablar con el gerente o haber dejado una mala reseña del sitio en la web
Pero esta pareja decidió hacer algo diferente, algo que muchos ni siquiera hubieran pensado.
En una publicación de Facebook Makenzie comenzó de la siguiente manera:
«Bien, esto es lo que decidimos. Nuestra cena esa noche fue horrible. Tomó 20 minutos conseguir agua, 40 minutos que nos trajeran un aperitivo y más de una hora para nuestro entrante.
La gente alrededor comenzó a hacer burla sobre el mal servicio del lugar. Y la verdad, era terrible.
Pero era obvio que el problema no estaba en el personal, ni en el camarero. Este iba corriendo como loco y nunca se sintió molesto con ningún cliente. En un momento dado, tenía a su cargo 12 mesas y el bar. Más de lo que muchos hubieran soportado!», comenta Makenzie
Steveny Makenzie terminaron su cena y pidieron la cuenta. Cuando el camarero regresó, este les agradeció venir al restaurante y siguió atendiendo a otros clientes.
«Estaba sentada ahí mirando al camarero correr y disculparse por la espera. Y le dije a Steven: ‘Vaya, esto solíamos hacer nosotros. Mil mesas de espera. No lo echo de menos en absoluto, nunca me gusto. Lo hice por las propinas.
Steven y yo, nos sentíamos mejor si actuábamos de manera diferente. Posiblemente el tipo no recibiría casi ninguna propina por la demora en el servicio.
Salimos del restaurante antes de que viera esto y no lo publico para que la gente nos de una palmada en la espalda.
Solo estoy compartiendo esta publicación como un recordatorio amistoso de que no hay que juzgar demasiado rápido. Y que hay que recordar de donde venimos».
Makenzie y su marido le dejaron una propina de 100 dólares, a pesar de que la cena costó solo 66 dólares.
“Los dos hemos estado en tu situación. Pasándolo», escribieron en el recibo.
Antes de tener sus trabajos estables, tanto Steven como Makenzie trabajaron como camareros en el restaurante Bubba Gump Shrimp Co.
Solo alguien quien haya trabajado y experimentado esta pesadilla al trabajar como camarero puede imaginarse la situación.
Steven y Makenzie recordaron cuando eran jóvenes y comprendieron lo terrible que podía llegar a ser cuando había días como el de este camarero.
Esperemos que la gente se acuerde como los Schultz, de que hay momentos de mucho estrés en algunas situaciones. Gracias por pensar en el camarero y no en la larga espera que no es culpa de éste.
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