Los adultos suelen tratar a los niños como si fueran un poco tontos. Ellos son pequeños y no entienden muy bien todo lo que ocurre a su alrededor.
Pero es un hecho que ellos entienden más de lo que uno cree – y pueden ser más astutos de lo que a un adulto le gustaría.
Esta divertida historia es un ejemplo de ello.
Por supuesto es una historia ficticia pero quizás por eso es tan buena.
Se trata de una broma un poco verde y divertida, no apta para menores pero con un final que me hizo reír a lo grande.
¡Échale un vistazo!
La madre Sonia tenía un lío con un desconocido a quien veía por las mañanas cuando su marido estaba en el trabajo y su hijo Daniel de 7 años estaba en la escuela. Ese día no era diferente, Sonia y el hombre se encontraron en la casa de Sonia e hicieron el amor en la cama.
El marido de repente llega a casa
Ellos no sabían que ese día Daniel se había escondido dentro del armario en la habitación de los padres para no tener que ir al colegio. Tenía un examen de matemáticas y no había estudiado nada, así que no quería ir a la escuela.
De repente la pareja escuchó como la puerta de la calle se abría y se cerraba de nuevo – el marido de Sonia volvía de repente a casa.
Sonia mandó a su amante al armario, donde estaba Daniel sentado.
”¿Quieres comprarla?”
– Está muy oscuro aquí dentro, dijo Daniel.
El hombre murmuró respondiendo:
– Si, está muy oscuro aquí dentro.
– Tengo una pelota de béisbol», dijo Daniel.
– ¡Qué bien!, respondió el hombre.
– ¿Quieres comprarla? preguntó Daniel.
–No gracias, dijo el hombre.
– Mi padre está ahí fuera, contraatacó Daniel.
– Si si, ¿cuánto quieres por ello? respondió el hombre suspirando.
– 250 dólares…dijo Daniel.
El amante aceptó esta elevada oferta contra su voluntad,
”Pero que coño”
Una semanas más tarde, se encontraron de nuevo el hombre y Jesper en el armario y en las mismas circunstancias que la primera vez.
– Está oscuro aquí dentro, dijo Daniel.
– Si, está oscuro, respondió el hombre.
– Tengo un guante de béisbol también, dijo Daniel.
El hombre comprendió por donde iba la conversación y preguntó irritado:
– ¿Cuánto quieres por ellos?
– 500 dólares, dijo Daniel.
– ¡¿Pero que coño?! bueno, añadió el hombre.
”Te voy a llevar a la iglesia”
Unas horas más tarde, por la tarde, el padre dice dice a Daniel.
– Toma el guante y la pelota de béisbol, vamos fuera a jugar un poco.
– No puede. Los he vendido, respondió Daniel.
– ¿Cuánto te dieron por ellos?, preguntó el padre
– ¡750 dólares!, respondió un orgulloso Daniel.
– Es muchísimo dinero por las dos cosas. No está bien, quedarse con tanto dinero de tus amigos. Te voy a llevar a la iglesia para que confieses tus pecado, respondió el padre en ese momento.
”Está oscuro aquí dentro”
Dicho y hecho, el padre y el hijo se metieron en el auto y se fueron a la iglesia.
Una vez allí, el padre envió a Daniel al confesionario y cerró la puerta.
– Está oscuro aquí dentro, dijo Daniel y entonces el cura sentado en frente dijo:
– ¡No! ¡Por favor tú otra vez, no!
No te contengas ahora. COMPARTE con tus amigos para que ellos también se rían con esta historia – ¡te garantizo que la van a apreciar!