Estar montado en un avión para la mayoría de la gente está relacionado con algo positivo, por ejemplo con unas vacaciones.
Así que el ambiente en un avión casi siempre es alegre y positivo. Pero no siempre es así.
Shelia Fedrick lleva trabajando como azafata de vuelos durante muchos años y está acostumbrada a lidiar con muchas situaciones volátiles que pueden ocurrir durante el vuelo.
Pero ella nunca se imaginó que este día de trabajo en el vuelo de Seattle a San Francisco de Alaska Airlines le iba a cambiar su vida para siempre.
Cuando el avión estaba arriba en el aire la azafata pasó por el pasillo y se dio cuenta de detalle extraño.
Un hombre bien vestido estaba sentado al lado de una chica rubia. La chica tenía ropa un poco vieja. Cuando la azafata Shelia pasó por el hombre y la chica la chica la miró. Shelia sintió como que la mirada de la niña le llegó a lo más profundo del corazón. En ese momento no podía explicar porque había sentido ai, pero fue una sensación fuerte.
Cuando trató de hablar con el hombre él inmediatamente se puso bravo. Entonces Shelia empezó a senitr que aquí algo estaba mal. Después de un momento la azafata pasó por uno de los baños del avión y allí dejó un papel y un lápiz con la espernaza de que la niña lo fuera a ayudar si necesitaba ayuda.
Luego Shelia pasó por donde la niña otra vez y le hizo señas para que fuera al baño.
Cuando pasó por la chica le hizo señas de que fuera al baño.
Encontró la nota en el baño
La niña siguió las instrucciones y cuando Shelia luego fue al baño encontró la nota donde la niña había dejado un mensaje. En la nota decía, «Necesito ayuda», escribe The Independent.
Shelia inmediatamente informó al piloto de la situación de emergencia y cuando el avión aterrizó, la policía ya estaba lista para detener al hombre.
La niña debía tener unos 14 años y pasó a manos de las autoridades. Ella era una víctima del tráfico de personas y había sido secuestrada dos meses antes.
Airline Ambassadors International
En 2009 una azafata jubilada, Nancy Rivard, creó la organización Airline Ambassadors International para que más azafatas sean entrenadas a encontrar a víctimas del tráfico de personas.
Ahora trabajan con la aduana de Estados Unidos y la policía de fronteras para prevenir el tráfico de personas.
Fue el año 2001 que Shelia descubrió a la niña que ese entonces tenía unos 14 años. Después del suceso ella se volvió miembra de Airline Ambassadors y ahora la han entrenado para descubrir más casos de tráfico de personas.
«Hay tantas señales si uno está atento», dice Shelia.
Algunas semanas después del incidente Shelia recibió una llamada de teléfono. Era la niña que le llamaba para agradecerle por haberle salvado la vida.
Ella se había reunido con sus padres otra vez y estaba en terapia para procesar lo que le había pasado.
Shelia y la niña todavía tienen contacto.
1,2 millones
La ONU estima que cerca de 1,2 millones de niños son víctimas del tráfico cada año. El tráfico de seres humanos es la tercera mayor actividad criminal en el mundo, reporta BBC.
Tanto chicas como chicos son explotados sexualmente, por ejemplo, como mano de obra barata o soldados, para ser adoptados o forzados a cometer crímenes, mendigar o traficar con drogas. Esto es algo que jamás podemos aceptar.
Shelia Fredrick, a flight attendant for Alaska Airlines, was working on a flight from Seattle to San Francisco when she…
Posted by A Mighty Girl on Sunday, July 9, 2017
Gracias Shelia por ser tan atenta. Esto y tu valentía fue lo que le salvó la vida a esta niña.
Te invitamos a compartir esto para concientizar sobre el problema con el tráfico de personas y para rendirle homenaje as Shelia y a todas las azafatas que trabajan para prevenir el tráfico de personas!