Cullen Potter nació en la semana 22. En ese momento nadie creyó que iba a sobrevivir. Pero después de 5 mese pudo dejar el hospital y ahora es un niño sano y contento.
Molli Potter solo estaba en la semana 22 de su embarazo cuando su hijo Cullen decidió que era hora de salir. Nació el 14 de marzo en el año 2018 y solo pesó 400 gramos, escribe ABC News.
Los médicos no creían que iba a sobrevivir y decían que someterlo a cirugías también significaba un gran riesgo.
Contra todo pronóstico
Las estadísticas mostraban que casi ningún niño que ha estado en el útero durante 22 semanas o menos tiempo sobrevive. Según New Scientist, el único porcentaje que sobrevive es probable que tenga discapacidades y requerirá monitoreo las 24 horas. Esta razón y el hecho de que las operaciones serían extremadamente dolorosas fue la razón de por qué los médicos no querían atender al bebé.
Molly su pareja estaban devastados. Contactaron a 15 hospitales y todos les dieron la misma respuesta – los riegos son demasiado grandes.
Pero al final encontraron la salvación. USA Children’s and Women’s Hospital in Mobile, en Alabama, quería hacer la cirugía, e pesar de que el bebé no había estado en el útero durante más que 22 semanas.
«A pesar de que se trata de 21 semanas y seis días estaremos aquí, nosotros siempre vamos a luchar por la vida», dijo el Dr. Fabien Eyal, quien fue el que trató al pequeño Cullen.
Chance de sobrevivencia: 2 por ciento
Solo había 2 por ciento de chance de que Cullen sobreviviera, pero eso era suficiente esperanza para la familia Potter.
E iba a valer la pena. Porque después de cinco meses de tratamiento y mucho cuidado un bebé sano pudo irse del hospital con sus padres. Y ahora dos años más tarde el pequeñito es como cualquier otro niño.
Qué suerte que un hospital lo recibió y le dio una oportunidad.
Esto es una historia fantástica que nos da esperanza. Te invitamos a compartir el artículo de Cullen sin tus seres queridos.
