Aunque estamos en el año 2018 a este mundo le faltan muchas cosas, entre otras solidaridad, humanidad y calor humano. Por lo menos si me preguntan a mi y según lo que veo en las noticias. Muchas veces uno siente que este mundo es un lugar oscuro, que ha cambiado mucho – y en estos momentos es que uno tiene que tratar de encontrar un poco de luz que nos de un poco e esperanza otra vez. Esta luz por ejemplo se puede tratar de personas que siguen tratando a las personas como ellas mismas quieren ser tratada, con solidaridad y humanidad.
Lindon Beckford trabaja en un hospital y es un buen ejemplo de esto. No consta que él es una persona con un corazón de oro – y una persona con una voz angelical.
Aunque estamos en el año 2020 a este mundo le faltan muchas cosas, entre otras solidaridad, humanidad y calor humano. Por lo menos si me preguntan a mi y según lo que veo en las noticias.
Muchas veces uno siente que este mundo es un lugar oscuro, que ha cambiado mucho – y en estos momentos es que uno tiene que tratar de encontrar un poco de luz que nos de un poco e esperanza otra vez. Esta luz por ejemplo se puede tratar de personas que siguen tratando a las personas como ellas mismas quieren ser tratada, con solidaridad y humanidad.
Lindon Beckford trabaja en un hospital y es un buen ejemplo de esto. No consta que él es una persona con un corazón de oro – y una persona con una voz angelical.
Durante más de 30 años Lindon Beckford ha conmovido a las personas en le hospital Beth Israel Deaconess Medical Center en Boston, Estados Unidos. Su descripción de trabajo es simple, se trata de transportar a las personas a o desde las salas de operación. Pero Lindon hace mucho más que esto.
Para los pacientes la transportación de un cuarto a otro puede ser de lo más miedoso que tienen que vivir en sus vidas. Y Lindon está muy consciente de esto. Él sabe que su papel no es así de simple como pueden creer muchos. Y él sabe que su trabajo puede afectar a las personas de una forma mucho más profunda. Por eso Lindon ha manejado su trabajo en el hospital de la forma más tierna que existe.
Porque Lindon siempre va con una sonrisa. Porque él sabe lo aterrador que la estadía en el hospital puedes ser para los pacientes. Así que él les da la bienvenida con las palabras: «Mi nombre es Lindon y yo voy a ser su conductor».
Y luego toma ayuda de la música para darles más energía positiva. Porque este hombre no solamente tiene un corazón de oro, también canta. En el vídeo de abajo – que ha conmovido a más de 2 millones de personas – un reportero ha seguido a Lindon un día en el hospital. Y no exagero si les digo que ver las sonrisas de los pacientes cuando él está a sus lados me llega directamente al corazón.
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Si hubiera más personas como Lindon nuestro mundo definitivamente sería un lugar mejor. Yo espero que él nos pueda inspirar a ver más allá de las debilidades de los humanos. Lindon nos muestra lo que es la solidaridad y la humanidad. Esto no nos cuesta nada. Ayudemos todos a compartir lo que hace Lindon para mostrarle a nuestros seres queridos que este mundo es mucho más caluroso de lo que creemos.
