Durante tres años, un hombre sin techo se sentó en la misma esquina de la calle en Webster, Texas. Independientemente del tiempo que hacia, podrías encontrarlo en el mismo lugar, daba lo mismo que hiciera un sol abrasador o que diluviara.
«Alguien tiene que hacer algo con ese tipo», solían refunfuñar las personas que vivían en los alrededores cuando pasaban. Pero nadie se tomó el tiempo de averiguar por qué el hombre estaba sentado en el mismo lugar día tras día. Hasta que una mujer llamada Ginger Sprouse se detuvo y bajó la ventanilla.
Se enteró de que el vagabundo tenía un nombre: se llamaba Víctor Hubbard y tenía 32 años. La mayoría de las personas asumían correctamente que Víctor no tenía hogar. Pero pocos sabían que también padecía una enfermedad mental.
Ginger le preguntó a Victor por qué siempre estaba en la misma esquina. Y la respuesta de Víctor cambiaría sus dos vidas para siempre…
Ginger Sprouse es esposa y madre y vive en Webster, Texas. Ella y su esposo, Dean, dirigen una escuela de cocina llamada Art of the Meal.
Al igual que la mayoría de los residentes de Webster, Ginger había notado la presencia de un vagabundo en una de las intersecciones de la ciudad.
Lloviera o tronara, el hombre se sentaba en el mismo lugar todos los días durante tres años.
«Alguien tiene que hacer algo con ese tipo», Ginger escuchó a sus amigos refunfuñar.
Un día, Ginger condujo su auto hasta el vagabundo, bajó la ventanilla del automóvil y comenzó a hablar con él.
Fue entonces cuando descubrió la desgarradora razón por la que Víctor estuvo sentado en la misma esquina durante tres años.
Víctor Hubbard tiene 32 años. Lucha cada día con su enfermedad mental, su situación sin un hogar, y ha estado solo desde que su madre le abandonó hace tres años.
Esa esquina de la calle fue el último lugar donde Víctor vio a su madre, y nadie la ha visto desde entonces.
Víctor esperó allí durante tres años con la esperanza de que ella regresara a por él.
Cuando escuchó su historia, Ginger sintió un vínculo inmediato con Víctor. Como el tiempo estaba cambiando de otoño a invierno, Ginger se preocupó por la salud de Víctor al estar sentado fuera en el frío.
Ella comenzó a visitar a Víctor durante sus pausas para el almuerzo. Pasado un tiempo, Ginger y su esposo acordaron que Víctor pudiera ir a su casa cuando hacía mucho frío y así le ofrecían tambien comida.
Pero la generosidad de Ginger no acabo ahí.
Durante los siguientes tres meses, ayudó a Víctor a recibir tratamiento psiquiátrico, lo sacó de las calles y le dio un trabajo en su restaurante.
Ginger documentó la vida de Víctor y su historia en una página de Facebook llamada Este es Víctor.
La página ganó inmediatamente miles de seguidores. Mucha gente se emocionó con la historia de la vida de Víctor y le apoyó de muy diversas formas.
Pronto, toda la ciudad apoyó al hombre del cual habían pasado hace tres años.
Las personas donaron ropa y suministros y reunieron dinero para cubrir las visitas al médico y los exámenes oculares de Víctor.
Personas de todo Estados Unidos se reunieron y donaron lo que pudieron en GoFundMe.
Víctor puso todo su empeño y finalmente pudo ver claramente – en más de un sentido.
¿Pero lo más importante de todo? Al contar la historia de Víctor, la gente en todo Estados Unidos se ha dado cuenta de que las personas que podrían considerar como discordantes son en realidad personas decentes que luchan por sobrevivir en este mundo.
Después de que esta exitosa historia se extendiera por todo el mundo, Ginger se puso en contacto con el tío de Víctor.
Vive en el otro lado de Texas y condujo directamente hasta Webster cuando leyó las noticias.
Recientemente, Víctor ha vuelto a ver a su madre.
“Tenía que hablar con ella y me siento como si realmente hubiera logrado algo,” comenta Víctor a KHOU News.
Nada de esto hubiera sido posible sin Ginger.
“Ella apareció de repente y con su bondad me salvó la vida. Ella es increíble,” añade Víctor.
Incluso Ginger ha estado muy dispuesta, al ver el increíble viaje de Víctor.
«Este hombre simplemente me inspira. Si él puede ser amable, cortés y alegre, yo también puedo,” comenta Ginger.
A veces, solo se necesita una persona amiga y comprometida para que comiencen una sorprendente cadena de eventos positivos.
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Me conmovió mucho leer esta historia de éxito y realmente espero que inspire a otros a preocuparse por aquellos que quizás no lo tengan tan fácil.
Por favor comparte la increíble historia de Victor y Ginger en Facebook y así juntos podremos mostrar cuanta bondad y amabilidad hay en el mundo cuando nos ayudamos los unos a los otros.
